—No necesitas ir.
Estaba tirado en la alfombra, mientras jugaba con las pulseras de colores de mi hermana.
—Tengo que ir. De todos modos no tengo a nadie quien pueda ayudarme —respondí haciendo rodar las bolitas de colores.
Troye se recostó sobre su silla y dio un largo suspiro.
—Tendrás que pagarme —respondió con un aire cansado —.
Supongamos que no le hice caso.
Supongamos, porque salté hacia él agradeciendo infinitamente su aceptación ante mi súplica visual.
—¡Graciaas!
Troye soltó un gruñido y me alejó como si fuese una plaga.
—Ya lo pagarás.
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¿Qué me dices si hablamos?
Short Story¡Hey, Troye! ¡Deja que me presente! Mi nombre es Nicolas y soy tu preciado y carismático compañero de departamento. Estos días me los he pasado intentando hablar contigo. Sin embargo, siempre me evitas o simplemente me ignoras. Así que Troye... ¿...