Capítulo 49

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Dios, le había costado muchísimo dejar que su hermana viajara a Estados Unidos, sobre todo porque era la primera vez que la muchacha pisaba el país después de la tragedia ¡De eso hace 9 años! La condición fue simple, sólo tenía autorización para ir si ella la dejaba a cargo de un guardaespaldas, aunque ¿Por qué la "autorizaba" cuando Taylor ya era una mujer de 20 años? Ante sus ojos jamás dejaría de ser su hermanita menor, la niña que debió cuidar como su propia hija a los casi 20 años.

Taylor: Mamá está bien –susurró acongojada al otro lado de la línea, Lauren suspiró angustiada, quizás nunca debió dejarla salir sin su presencia- pero esto lo necesitaba, yo sé que necesito estar acá para que me dé su bendición y así iniciar un periodo tan importante para mí.

Lauren: Como lo es entrar a la universidad. –Apretó los labios, no podía evitar tener emociones encontradas cuando pensaba en eso- Dile a mamá que la amo, en unos días creo que tendré el valor suficiente para ir a verla a Los Ángeles.

Taylor: Lauren... -pausó un poco, debía buscar las palabras correctas para hablarle y no quebrarse tras la línea- Mamá está en todas partes como papá y lo sabes, puedes decirle que la amas sin necesidad de estar frente a su lápida ¿No es eso lo que me decías cuando era niña?

Siguieron hablando un poco hasta cortar la llamada. Lauren miró teléfono en su mano mientras se sumergía en el silencio de su lujosa casa. Tenía toda la riqueza que alguien pudiese desear, pero ¿qué era eso si por dentro estaba muerta? Giró el asiento de cuero negro en la oficina que poseía allí, con la intención de mirar lo que la motivaba a seguir adelante. En un cuadro estaba enmarcado el boceto que había hecho el día que perdió el respeto hacia el amor en pareja y la confianza en los demás, pero a pesar de todo era el primer dibujo de tantos, el dibujo que le decía que de la miseria humana se puede salir adelante para llegar al primer escalón. Caminó hacia su habitación, se quitó la ropa por completo y así desnuda entró a una bañera llena de burbujas y agua caliente. No pudo evitar gemir de satisfacción, hoy había sido un día muy largo que finalizó en una curiosa situación en la farmacia. ¿Esa pequeña niña habría llegado a salvo a casa con el "milagro"? El teléfono al lado de la bañera vibró un poco, un mensaje de su chofer que confirmaba que sí, Agathe estaba en casa y sus padres lloraban de alegría ¡La famosa diseñadora Jauregui les había dado una luz de esperanza!

Sonrío de medio lado, muy pocos, quizás sólo 3 personas además de su chofer y la asistente que trabajaba para ella en las tareas del hogar, conocían su lado humano, el resto sólo le temía a su persona o la respetaba demasiado, estaba segura de que la consideraban una insensible de piedra obsesionada con la perfección de su trabajo y el de sus empleados. Poco a poco fue cerrando los ojos mientras sus pensamientos la llevaban a una de esas fechas que quería olvidar, para siempre si era posible.

Flash Back

9 años atrás, Lyon, Francia.

Cuando separó la toalla de sus comisuras labiales, se dio cuenta que estaba manchada con sangre ¡Maldita evidencia! Pero en ese instante cuando quiso ocultarla, su hija entró sin pedir permiso al baño. Quedó perpleja, había caminado rápido desde su pequeña habitación al escucharla vomitar otra vez, pero no pensó que se toparía con lo que su madre tenía en manos. No era algo normal. Alzó sus ojos a los de ella y se dio cuenta de que realmente ocultaba algo desde hace mucho tiempo.

Lauren: ¿Qué está pasando, mamá? –Hizo señas con sus manos, en esos tiempos aun no podía hablar.

Clara: Nada mi amor, me lastimé el labio. -Lauren frunció las cejas ¡Pero cómo podía mentirle de esa manera!

Para ella era difícil buscar las palabras correctas, sobre todo porque sus ánimos estaban muy bajos y el cansancio era insoportable. ¿La verdad? Clara Jauregui tenía adenocarcinoma gástrico. Constantes dolores abdominales después de las comidas y falta del apetito. Los vómitos con sangre y la falta de peso le advirtieron que algo malo pasaba con su cuerpo. Comenzó a sentir todo aquello poco después de llegar a Francia, siempre lo asociaba a estrés y la angustia por todo lo que tuvo que pasar su hija, pero llegó a un punto donde todo se hizo insoportable y tuvo que recurrir a un médico para que la revisara. Por suerte era un profesional humano que consiguió que le hicieran los exámenes gratis, días después supo los resultados, pero la bondad del médico no duró tanto porque era imposible hacerse una extirpación del tracto digestivo si no tenía dinero. ¿Era la falta de dinero o sólo cosa de tiempo para que esto pasara? Una mujer joven que tenía que seguir sacando la cara por sus hijas. Pero no se los contaría, por supuesto que no se los contaría a ninguna de ellas porque estaban en un período muy difícil y ella era el gran soporte para sus hijas.

Cinderella {Adaptación Camren}Where stories live. Discover now