1. Las ancianitas no son puro amor

8.4K 1.1K 1.7K
                                    

Esperó a que la pequeña niña se volteara a buscar su muñeca para desajustarse la corbata, y así hizo, ganándose un puchero reprobatorio de Charlie cuando vio el cuello de su camisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esperó a que la pequeña niña se volteara a buscar su muñeca para desajustarse la corbata, y así hizo, ganándose un puchero reprobatorio de Charlie cuando vio el cuello de su camisa. La niña hizo gestos para que se agachara y él no se negó, después de todo, el objetivo era ese.

Cuando la niña terminó de ajustar la corbata de su padre, tocó la punta de su nariz musitando un alegre "¡Listo!". Dean la atrajo por los brazos para depositar un sonoro beso en su mejilla.

—¡Ay! ¡Tu barba me pincha! —la niña pegó un salto, frotándose la mejilla afectada. Dean rió sin culpa.

—Mi barba quiere disculparse contigo por lastimarte, ¿no es así, barba? Dean, estoy muy arrepentido por haber lastimado a Charlie —el rubio imitó una ridícula voz que hizo reír a la niña a carcajadas, al poco tiempo se unió él también al coro de risas.

Y así, en medio de un momento que Dean y Charlie estaban disfrutando mucho como familia, la puerta de la sala fue golpeada, al igual que la cabeza de Dean al recordar que probablemente se trataría de la niñera.

Si la niñera llegaba, significaría que Dean tendría que irse. Si por él fuera se quedaría todo el día en casa con su pequeña, o la llevaría al cine o a donde ella deseara, pero su odiado y a la vez mantenedor amigo "trabajo" se lo impedía la mayoría de las veces.

Al caminar hasta la puerta y abrir de esta, sus sospechas fueron acertadas. Frente a él, una señora de edad y de aspecto dulce le sonreía exageradamente.

—Buenos días señor Winchester.

—Oh, hola señora... —se regañó a sí mismo por olvidar el nombre de la propia niñera de su hija, pero un foco en su cabeza le hizo recordar el mismo —Renee.

—Eso es correcto —la mujer avanzó cuando Dean le indicó que pasara. Su mirada se dirigió rápidamente a la niña pelirroja sentada en el sofá —. ¿Quién es esta preciosura?

—Es Charlie. Mi pequeña y linda niña.

—Hola... —saludó tímidamente, abrazando a su muñeca contra su pecho.

—¿Cuál es tu nombre, preciosa?

Dean quiso rodar los ojos. Ya le había dicho que el nombre de su hija era Charlie. Pero él debía ser agradable con ella, después de todo era la mujer que cuidaría de su hija en su ausencia.

Y hablando de ausencia...

Mirando su reloj de muñeca con ansias, dijo —Ya se me hace tarde. Debo irme.

Tras dejar un largo y sonoro beso en la mejilla de su hija, prometiéndole que de vuelta de su trabajo verían una película, Dean se dirigió firmemente hacia la anciana.

Babysitter ❴DESTIEL❵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora