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Despues de haber descansado un largo rato en la camilla del hospital, Jihoon fue dado de alta y llevado a casa por un contento Seungcheol y un Mingyu que parecia perdido en sus pensamientos.

—¿Estas bien Min?—Pregunto al ver los ojos vidriosos del menor, pensando que tal vez en cualquier momento rompería a llorar. El chico miraba al frente sin hablar, se mordía constantemente los labios y parecia nervioso, algo que Seungcheol tambien noto—

—¿Pasa algo, Mingyu?—El moreno despertó de su ensoñación y miró a su hermano a través del espejo retrovisor—

—Si, solo un poco cansado, el viaje fue muy largo y me asuste demasiado cuando llegue y vi a Jihoon desmayado—Les dedico una leve sonrisa y volvió a perderse en sus pensamientos nuevamente—

Jihoon y Seungcheol se miraron de reojo, preocupados al ver al menor de esa forma.

*

Cuando llegaron a la casa, Mingyu casi corrió a esconderse en su habitacion, ignorando completamente su maleta y los regalos que habia dejado sobre el comedor.

Se sentía frustrado y tenia mucho miedo, amaba a Jihoon, pero no podia negar que aquello les iba a arruinar la vida a ambos.

—¿Crees que le pase algo?—Seungcheol miró al castaño y le dedicó una sonrisa. Jihoon parecia demasiado inquieto desde que su hermano habia comenzado a actuar de forma tan extraña en el hospital—

—No creo, tal vez solo quiere dormir—Asintió, dándole la razón a su esposo. Se acercó lentamente a él para abrazarlo con fuerza.

Seungcheol vio las intenciones del pequeño y lo tomó rápidamente por la cintura para apegar sus cuerpos y comenzar a repartir besos por todo su rostro. Jihoon comenzó a soltar algunas leves risas cuando sintió los besos llegar a su cuello y unas manos traviesas adentrarse en su camiseta.
Pasó los brazos por detrás del cuello del pelinegro y busco sus labios para comenzar con un apasionado y fogoso beso que comenzó a encender el ambiente dentro de la habitacion.

—Te amo—Seungcheol susurro entre besos y levantó el cuerpo del castaño, Jihoon aferró sus piernas a la cintura de su esposo, sintiendo después como este comenzaba a caminar con rumbo al sofá.

—También te amo.

—Quiero hacerlo contigo—El pelinegro comenzó a desvestirse, comenzado por aflojar la corbata negra y desabotonar solo una parte de su camisa.

—¿Aquí?—Jihoon sonrió forzadamente, no quería que Mingyu escuchara algo.

—Aquí—El pelinegro adentro sus manos dentro de la camiseta del menor, para tocar su abdomen levemente y subir hacia los pequeños botones rosas que se sentían suaves entre sus dedos.

—Pero...—Intentó protestar y pedirle que fueran a la habitacion, pero sabia que una vez que a su marido se le metía algo en la cabeza no habia forma de quitarle esa idea—

—Bebé, hace meses que no tenemos intimidad y enserio quiero hacerlo, no me importa el lugar o si el mismo presidente esta sentado en el sofa de a lado. Te extraño y quiero tenerte ahora—Jihoon sonrió ante la ocurrencia del mayor y volvió a besarlo con salvajismo.

—Solo no hagamos tanto ruido, Mingyu debe de estar durmiendo ahora.

Seungcheol le sonrió a su esposo y ataco su cuello, esta vez con besos húmedos y candentes.

—No te prometo nada, quiero que todos escuchen que eres mío—Susurró en su oido y Jihoon se estremeció

NO QUERÍA ENGAÑARTE →JICHEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora