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Una semana después de haberse enterado de su embarazo, Jihoon decidió mantener distancia con ambos chicos para decidir con quién de los dos sería mejor estar. 

Lamentablemente era demasiado débil para resistirse a Choi Mingyu y sus vagos intentos por seducirlo.


*


Seungcheol caminaba hacia la entrada de su casa mientras tecleaba por onceava vez el número de su esposo. Podía escuchar el celular dentro de la casa, pero todo lo demás era silencio y eso le parecía demasiado raro. Desde aquella mañana en que el pequeño se había ido sin dejar ningún mensaje se quedó un poco preocupado, porque ahora todo se había vuelto más raro entre ellos dos, como si fueran desconocidos que compartían una casa; además de que no era normal que Jihoon saliera así sin avisar y para colmo dejará su celular.

Sacó sus llaves del pantalón y se dispuso a abrir la puerta, pero una voz detrás de él lo hizo dejarlas caer al suelo.

—Hola Cheol, llegas tarde de nuevo—El pelinegro se giró para mirar al castaño detrás de él. Parecía bastante desmejorado a comparación de cómo lo había visto la última vez; tenia ojeras, estaba pálido y bastante delgado, tanto que podía notar sus clavículas por el cuello de la camiseta blanca—

—¿Te pasa algo?—Ignoro las llaves en el suelo y se acercó al chico que lo miraba con una pizca de ternura en los ojos. Acaricio su rostro con una de sus manos, viendo como el castaño cerraba sus ojos ante el contacto—

—Estoy tan cansado—Dejó salir un suspiro lleno de frustración y cansancio. Atrapó la mano del pelinegro en su rostro y le dio un casto beso en la palma—Seungkwan ha estado enfermo desde ayer por la noche, no para de llorar y balbucear tu nombre, ¿puedes ir a verlo?

Seungcheol se giró un poco para ver la puerta de su casa con duda, pero al final decidió concederle el deseo al castaño.

—De verdad que no puedo más, estoy tan cansado de todo—El menor se quejaba mientras era casi arrastrado por el pelinegro rumbo a la casa vecina—¿No hay forma de que los tengas por un par de días?

Ambos entraron a la casa y caminaron escaleras arriba, rumbo a la habitación del menor de los mellizos.

—No lo sé Jeonghan, de verdad que me gustaría pasar más tiempo con ellos, pero tienes que recordar que estoy casado y no puedo hacerle esto a Jihoon, no lo merece—El chico rodó los ojos y abrió la puerta de la pequeña habitación, encontrándose con la lámpara encendida y la pequeña YonSook abrazando con fuerza a su hermano menor dentro de la cuna—

Seungcheol sonrió orgulloso al ver la escena que se plasmaba frente a él. De verdad que amaba a esos niños como a nadie en el mundo; ellos y Jihoon se debatían un enorme lugar en su corazón.

Camino en silencio hacia la cama de los pequeños, tratando de no hacer ningún ruido para no despertarlos, pero la carcajada de Jeonghan interrumpió su camino.

—Están despiertos, tranquilo—El niño se removió bruscamente entre sus sábanas, sacando de pronto su cabeza de todos los empalmes. Tenía sus regordetas mejillas sonrojadas, el cabello castaño hecho un desastre y los ojos muy brillantes—Mira quien está aquí, Kwanie—Jeonghan susurro con voz melosa, haciendo sonreír a Seungcheol.

—¡Appa!—Vio cómo el niño alzaba sus bracitos para ser cargado por él, mientras una sonrisa se plasmaba en su rostro.

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Tranquilitas que no es lo que piensan XDD 

Tal vez se preguntan el porqué de mis actualizaciones seguidas.

Bueno, estoy descargando toda mi energía antes de ir mañana a la escuela justo cuando me toca clases con el profesor mas estricto :'v ademas de que estoy nerviosa porque no he hecho la tarea y ya son las 10:00 p.m aca donde vivo.

Deseenme suerte para no morir mañana.


NO QUERÍA ENGAÑARTE →JICHEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora