Quédate conmigo

2.8K 294 28
                                    

Sin ánimo de nada, Gaara terminó por hacerse un ovillo en el centro de la cama. Todo había sido su culpa, por su irresponsabilidad, Naruto estaba en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte. Ni siquiera fue capaz de reaccionar cuando lo vio caer de rodillas con una expresión que no sabría definir, sólo sintió miedo, anclándose al suelo, creyendo que su mundo se detendría mientras lo veía caer, desgarrándose el pecho entre alaridos que le erizaron la piel, haciéndolo sentir aun más culpable, avergonzado y con un sentimiento extraño por haberlo decepcionado gracias a un momento de calentura.

En un principio, Shukaku había ido a verlo porque se lo pidió varias veces, evidentemente, no se detuvo hasta que consiguió convencerlo. Creyó que aquel día era perfecto para presentárselo a Naruto como su novio formal, y muy posiblemente su futuro esposo, le emocionaba y le ponía de nervios, sabiendo lo protector que era aquel Namikaze, quien de cierta forma cubría el rol de padre. Todo empezó como una tarde cualquiera, hablaron en la sala sobre temas triviales y en determinado momento ya se encontraban en la cocina dispuestos a preparar algo sencillo para celebrar el anuncio de su noviazgo.

Los juegos y las caricias subidas de tono aumentaron la intensidad del momento y antes de que se diera cuenta, ya se encontraba sentado sobre la isleta de la cocina, mientras sus labios eran devorados salvajemente por Shukaku que retiraba sus prendas con cierto desespero, deslizando sus manos sobre su cuerpo para excitarlo. Después de eso ya nada importo, acabó haciéndolo ahí mismo sin medir las consecuencias, aunque ahora era que se lamentaba por de su imprudencia.

—Gaara…

Con la culpa siendo reflejada en sus hermosos ojos turquesa, levantó el rostro, observando a Shukaku ahí, de pie junto a su cama mientras sostenía una humeante taza de té entre las manos, dedicándole una mirada preocupada o puede que de lástima por lo ocurrido.

—Todo fue mi culpa.

—Naruto estaba enfermo…

—¡Aun así! —volvió a esconder su rostro entre sus piernas—. Jamás debimos hacerlo en la cocina, es su casa y le debo respeto… Shukaku… jamás me lo perdonaría si él…

—Shh —delicadamente le rodeó con sus brazos, llenándolo de mimos—, no pienses en eso. Naruto aun es joven, estoy seguro que estará bien y todo esto quedara en el olvido.

—Él siempre estuvo conmigo… confió en mi cuando nadie más lo hacía. Me dio un hogar cuando mi padre decidió que no deseaba volver a verme, incluso me protegió de sus golpes, de sus gritos sin sentido… —sollozó, aferrándose aun más al cálido cuerpo de Shukaku—. Le debo tanto y todo lo que he hecho es darle cada vez más problemas, ni siquiera fui capaz de manejar la empresa sin su ayuda…

El varón no dijo nada, se limito a guardar silencio acariciando los cabellos del doncel, apretando la mandíbula con frustración o puede que celos. Desde que lo conocía le escuchaba hablar de lo maravilloso que era Naruto, de cuanto lo apreciaba e incluso lo escuchó decir que le amaba y que era su familia, hablar de ese mocoso lograba cambiar la expresión seria en su rostro, e incluso le dibujaba una hermosa sonrisa. Se sentía estúpido por tener esa clase de celos hacia un chiquillo que tenía la mitad de su edad, de su experiencia y de sus conocimientos, pero que se comportaba como todo un hombre de negocios, sabía que era alguien confiable, serio y que todo lo que decía Gaara sobre él era cierto.

La verdad —la única que no admitiría aun si le torturaban— era que se sentía intimidado por él, como si en cualquier momento, Naruto le pudiera quitar el amor de Gaara. Era plenamente consciente que su doncel apreciaba y respetaba a ese Namikaze más que a nadie en este jodido mundo. Y su paranoia le gritaba que esa lealtad era tan fuerte que si ese mocoso le decía que lo dejara, su novio terminaría por obedecerle, incluso en sus pesadillas más retorcidas lo visualizo como una amenaza, una tan grande que terminaba siendo pareja de su pelirrojo mientras se burlaba de él.

Deseo... amarWhere stories live. Discover now