Y A N D E R E
Había solo una cosa que le gustaba mas que el mismo, Olivia y todo de ella. Si vida era interesante y todo lo que ella miraba era increíble.
Adoraba poder ser su amigo y tener intimidad con ella, ella era hermosa, todo lo que se ponía y todo lo que hacia era perfecto y nadie mas que el podía disfrutar de aquello.
Todos los hombres que la molestaban tenían que pasar por arriba de el y sus golpes, ningún hombre podía hablarle, nadie mas que el podía disfrutar de verla sonreír.
Como aquella tarde, cuando la vio entablar una linda conversación con el profesor de filosofía, un viejo verde que miraba siempre las faldas del resto de sus compañera esperando que en algún momento una ráfaga de viento las levantara para que el disfrute de su perversión.
Algo en el se rompió en su cordura aquella vez, se encargo de alejarla de ese hombro y anotarlo en su lista negra.
—¿Te toco?—Susurro el pasando su mano por su espalda, embelesado por su hermoso olor a freses silvestres que siempre tenia.
—No, solo hablábamos del trabajo que nos había mandado, además dijo que era linda—Cavendish mantuvo las ganas de girarse y correr nuevamente a su curso para romperle la cara a golpes a aquel hombre.
—Tu no eres solo linda, eres perfecta—Cavendish siempre decía cosas mas lindas que el resto, dando a entender que nadie mas que el podía hacerla sentir como el la hacia sentir.
—Gracias Cavendish—Susurro torpemente, su plan funcionaba, ella caería por el en cualquier momento y todo de ella seria para el, únicamente para el.—Siempre tan amable.
—Solo para ti—Susurro el chico besando su mejilla rojiza, después se encargaría de ese viejo verde que se atrevió a decirle cosas lindas a su dulce niña.
Y así fue, como una vez murió por un "Accidente" el ex novio de su dulce Olivia aquella vez se había declarado el suicidio de su profesor de literatura. El era perfecto en el crimen, jamas lo atraparían y así toda la vida podría disfrutar de su dulce Olivia y aunque ella jamas se enterara lo amara como a nadie mas
