ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs - ᴏɴᴇ ᴘɪᴇᴄᴇ

Brook

Still Here / Brook

Ya a pasado mucho tiempo en soledad y cada día los recuerdos tocan la madera y suben al barco para atormentar al solitario Brook.

—Y así se interpreta —Susurro la dulce chica que le sonreía a su capitán para que aprendiera a tocar esa pieza de violín pero el parecía no querer aprender.

La chica pelirroja se giro a Brook que se río y acaricio la espalda de su pareja.

Debía ser aquellos recuerdos que poco a poco hacían que su cordura quisiera tirarse por la borda pero el se tranquilizaba apretando su collar, aquellas piedras violetas que su amada le había regalado con una linda sonrisa pero el sabia que ella ya había desaparecido entre sus dedos.

Y aunque peleaba para continuar los días no se aferraban a su poca humanidad porque su amor se convirtió en cenizas  junto a todo lo que le faltaba decir hace ya mucho.

Le gustaría morir para volverla a ver, aunque técnicamente su cuerpo estaba muerto, y trataría solo por ver su sonrisa nuevamente y escuchar su voz cantándole antes de dormir.

Porque cada noche el sueña conque ella esta a su lado, sonriendole suavemente y acariciando sus rulos, el ve tan claramente aquel fantasma en sueños, con el cabello rojo atado a su nuca y el vestido blanco largo que   le quedaba como a una virgen.

Pero al despertar ella ya no esta ahí y vuelve la oscuridad que el mar le da.

—Buenos días Brook, ¿Que nos cantaras hoy? Me gustaría de nuevo que le cantaras a Laboon.

Porque esas palabras eran cada vez mas claras y Brook aun tocaba para ella.

Eran compañeros ocultos que bailaban en sombras al compás de una vieja canción que aparecían ante las cuencas vacías de un esqueleto parlante.

—¿No bailarás hoy Brook?

Y ella le sonreía desde la mitad del barco, descalza y dando vueltas bailando con su capitán.

—Prometeme que aunque el tiempo pase todo sera mejor—Susurro ella cuando se sentó a su lado mientras veía a sus compañeros morir—Te amo Brook.

—Odio mi poder—Se susurro a si mismo el esqueleto ante los recuerdos claros que la daba su memoria de su hermosa dama y con cada sueño su locura volvía.

Aquel día que pudo volver al mar con personas distintas, vivas, ella aun seguía a su lado, sonriendo le, despidiéndose con una sonrisa de su amor verdadero.

—¿Que ves Brook?—Pregunto curioso Usopp, el esqueleto se río nervioso y se giro a su nuevo nakama.

—Nada Usopp-san—Canturreo el entre susurros, se giro al mar una vez mas, viendo a lo lejos su viejo barco con sus nakamas sonriendo le y ella estaba ahi.

—Suerte Brook.

Próximamente : Crocodile