Capítulo 3: Confesión.

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El club de composición y baile, estaba en llamas, los pasos de Yugyeom asombraban a los otros tres miembros, Bam Bam, Mark y Youngjae, quién acababa de llegar, el chico alto llamado la máquina de baile, tenía gran popularidad entre las chicas, su chaqueta de cuero negra, pantalones ajustados, bototos, y pelo negro azulado no pasaban desapercibidos en las clases de la carrera universitaria, pese a ello, había un secreto que este grupo de amigos ocultaba; Yugyeom y Bam Bam eran novios, confiaban plenamente en sus compañeros del club, así que, no había problema alguno. Bam Bam, con su pelo platinado, lentes de contacto celestes y labios rojizos llamaba la atención de muchos, siendo un blanco perfecto para los rumores buenos y malos, pero no le importaba, ya que tenía el apoyo de sus amigos y se la pasaba muy bien haciendo bromas, además de bailar y rapear.

El club era ideal, porque el cupo máximo era sólo de cinco personas y eso hacía un grupo íntimo, del cual, podían desarrollar lazos fuertes con entretenidas experiencias dentro o fuera de la universidad. Mark venía de Los Ángeles, Estados Unidos, y se había sentido muy acogido por el club, a pesar de que era introvertido, muchas chicas hablaban de lo guapo que era, dejándole algunas cartas, mensajes de texto e incluso posts amorosos de diferentes blogs, que tenía la Universidad para la comunidad estudiantil.

El grupo debía preparar una presentación para el próximo festival de primavera, los clubes realizarían una exposición y promocionarían sus cupos para el siguiente año. Así, después del arduo ensayo, los chicos comenzaron a tomar agua y se sentaron en el piso para conversar acerca de sus problemas con los exámenes, pidieron consejos a Youngjae para sobrellevar la ajetreada agenda de estudio, Mark comenzaba a observarlo y Choi con la vista fija en la botella de agua no respondía. Yugyeom riendo seguía llamándolo.

- Youngjae, hey, Youngjae.

- Llamando planeta tierraaa, Youngjae – se burló Bam Bam -

Mark, se acercó y le colocó una lata de bebida helada en el pómulo derecho, el menor reaccionó alejándose levemente y tocando su rostro miró al chico rubio y luego, a los otros dos compañeros de baile.

- Ah, sí, lo siento ¿Qué decían?

Yugyeom con una cara malvada observó a Bam Bam y haciendo una mueca burlesca prosiguió con el diálogo.

- Pues... decíamos que si te gusta alguien y nos dijiste que sí...

- ¿Q- qué? ¿Y- yo dije eso?

- Sí, hyung, pero te quedaste callado, por eso te llamamos tanto, hiciste una confesión kekeke – rió levemente –

- Ah... espera ¿De verdad?

Youngjae era demasiado ingenuo y muchas veces caía en las trampas y bromas que le hacían sus amigos, esa ternura que rebosaba de su persona hacía que lo amaran y protegieran como si fuera único en su especie, una especie inigualable, muchos le decían Sunshine, por entregar tantas sonrisas y carcajadas por doquier, siempre ayudaba a los demás y aunque a veces, se enojaba, habían buenas razones de por medio.

- ¿Y? entonces qué dices, ¿Quién te gusta?

Bam bam le dio un codazo al chico alto y Mark le afiló la mirada, interrumpiéndolo.

- Olvida lo que te dice Yugyeom, Youngjae, está de broma.

Yugyeom refunfuñó y pronto todos quedaron boquiabiertos, porque Sunshine no había escuchado nada de lo que estaban diciendo.

- Tal vez... no lo sé últimamente me he sentido extraño.

Mark lo observó con más atención, Bam Bam se echó un chicle a la boca, y Yugyeom más curioso, intensificó sus preguntas.

- Dinos, sabes que estamos en confianza, ¿Te gusta alguien? ¿Es una chica? O... ¿Un chico? ¿Desde cuándo?

Bam Bam, le dio otro codazo y masticando la goma de mascar, le dijo que no hiciera demasiadas preguntas.

- Yo... es... ¿Un chico?

- ¡Estás de broma! ¡Cómo no sabes diferenciar entre chica o chico por qué lo dudas! –objetó Yugyeom –

El chico de pelo platinado, le dio al chico alto, una brusca palmada en la cabeza que lo tiró levemente hacia adelante.

- ¡Yugyeom! Está confundido, no seas bobo, ya déjalo.

Youngjae, aún perdido en sus pensamientos seguía hablando.

- Estoy en problemas... creo que me gusta un chico, sí me gusta.

Bam Bam reventó el globo de chicle, quedando una tela pegajosa alrededor de su boca abierta, Yugyeom sonrió malévolamente y Mark sólo tomó bebida. 

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