Transiciones

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La siguiente historia es totalmente mía. La serie O11CE no es de mi propiedad. Una historia hecha por fan, para fans.

Giovanni

—Axel, que bueno verte —saludó afectuosamente. —Gracias, ¿usted es Giovanni Malefacce? —Así es, pero toma asiento —el muchacho obedeció—. Imaginate con la playera del Barcelona o el Real Madrid. —¿Para qué? —preguntó extrañado. —Era una motivación, que espero te sirva; podes llegar a utilizarla, si hacés algo por mí. —¿Me está ofreciendo un lugar en el Barcelona o el Real Madrid, a cambio de un favor? —Bueno, aún no, pero te puedo ayudar a conseguirlo. —¿Qué necesita? —Quiero que los Vikingos, no le ganen a los Halcones Dorados, en el próximo partido. —¿Quiere que le pida a mi equipo, perder el partido? —cuestionó con cierto enojo. —Perder es una palabra fea, únicamente te pido que ayuden a los Halcones; ellos apenas salvaron su lugar, sólo les pido su apoyo para chicos como ustedes. —Julián me habló de usted —hizo una mueca—, veo que se equivocó; no está en contra de esos chicos, sólo los favorece. Si los Halcones Dorados necesitan ganar, que lo hagan jugando. —Oh, Axel; sabés, a veces la mejor manera de ganar es perdiendo, sólo dejá que te hagan unos goles. —No sólo soy el arquero, sino también, el capitán; no vamos a ayudar a los Halcones, les vamos a ganar. En mí cabe que su goleador, no meta la pelota, ni una vez en el arco —declaró determinado.

Gabo

—No te preocupes, abuela —repitió por cuarta vez—. Sí, yo te aviso cualquier cosa —aseguró finalizando la llamada. —¿Sigue preocupada? —preguntó Dedé. —Es obvio que va a seguir preocupada por él. Es su único nieto y está lastimado —exclamó Ricky—. Y todo gracias a mí. —Tranquilo —reconfortó harto del tema—, no sé cuántas veces te he dicho y te tendré que decir, que no es tu culpa. Dejá de sentirte mal. —Ve el lado bueno; con Gabo lesionado, tendrá más tiempo de continuar la búsqueda. —No, definitivamente no vamos a continuar buscando, ya descartamos a todos, y ninguno resultó ser mi papá. Creo que él ni siquiera estudió aquí. —No te desanimes, seguro que si revisamos a todos de nuevo, encontramos nuevas y más respuestas. —Sí, o tal vez tu papá pudo comprar el pin en una subasta —agregó el brasileño. —¿Qué subasta? —preguntaron los dos al mismo tiempo. —En la que Malaspina subastó el pin que le dieron.

La victoria de las Águilas, sólo los dejó pensando sobre el partido contra los Rayos; la búsqueda de su papá se perdió entre su tobillo y la intercopa, en sí, Dedé no les contó exactamente qué pasó con Malaspina y porqué lo descartó como su posible padre.
 El muchacho relató lo sucedido con el pintor, resultando enteramente divertido. —¿Le preguntaste quién compró el pin? —¿Para qué? —¡Ay! —exclamó desesperado—, pues porque puede que quién lo haya comprado, sea el papá de Gabo. —Sí, ¿le preguntaste? —Ah, —dijo confiado—. No —¡Ay, Dedé! —con impaciencia le arrojó el balón de fútbol. Gabo no pudo evitar reir ante la escena, y antes que el brasileño continuara la pelea, intervino. —Debemos investigar quién compró el pin. —¿Cómo lo haremos? —Fácil, busquemos en línea la dichosa subasta; ahí deben estar los datos.

Vitto

–Toma asiento, Vitto.

–¿En qué te puedo ayudar, Isabel?

–Ya debés estar enterado sobre el despido de Francisco, ¿no es cierto?

–Sí, y la verdad que no estoy de acuerdo, con el hecho de despedirlo.

–Bueno, igual te llamé, no exactamente para hablar del despedido. Vos has sido capacitado por Francisco, desde hace ya un tiempo.

–Así es, pero no comprendo a dónde querés llegar, con esto.

–He tomado una decisión, quiero que vos seas quién ocupe el puesto de Francisco como técnico de los Halcones Dorados.

–No sé qué decir.

–Únicamente tenés que decirme si aceptás​ el puesto o no.

–Es que el puesto de director técnico, yo me preparé para tenerlo, pero no de esta forma... No quitándole el puesto a Francisco.

–No le estás quitando el puesto a Francisco. Esto iba a pasar algún día. Los chicos confían en ti y te tienen aprecio, eres el más apto y lo sabés bien. Mañana tenés que iniciar con los entrenamientos, aceptes o no, vas a suplir al director técnico. Así que decime ahora si querés el puesto, porque si te negas que buscar a alguien nuevo.

–Está bien, Isabel. Acepto el puesto.

Era genial ser el nuevo DT, pero la sensación de traición hacia Francisco no se iba, ergo, lo citó en un restaurante cerca del IAD para comunicarle lo sucedido.

—Pero sí es una excelente noticia, Vitto —exclamó alegre, mientras le daba un fraternal abrazo—. Te dije que algún día serías un excelente técnico. —¿Eso significa que no te molesta, el que yo sea el nuevo director técnico? —Pero claro que no —respondió con impaciencia—; te vuelvo a repetir que es una excelente noticia, y estoy sumamente feliz por vos. —No sabés lo tranquilo que me dejás, al pensar así... ¿Y ahora qué harás? —Buscar trabajo —suspiró pesadamente—. Entre vos y yo, hay un puesto que me ofrecieron hace un tiempo, entrenando a un equipo de fútbol en una universidad... En el extranjero.  —¿Te vas a ir? —No lo sé. Zoe tiene una vida aquí, no se la puedo arrebatar de la noche para la mañana, además... Yo también tengo una vida aquí, y personas que me importan. —¿Personas? Para mí que estás hablando de una mujer. ¿Quién es? —No es nadie. —Dale, decime. —Te vuelvo a repetir, no es nadie. —¿Es Isabel? —preguntó con picardía. —¡Pero qué decís, Vitto! —contestó molesto. —Hace años, vos, personalmente, me contaste su historia. —La historia que llegué a tener con Isabel, fue en el pasado y ahí se quedó. Me voy, suerte con el entrenamiento de mañana —terminó su agua y salió. —¡Francisco —puso el dinero de la cuenta en la bandeja—, pará, no te enojes!

El título lo dice, ¡es un capítulo de transición​! Y bueh, lo lamento, no pude evitar poner este ship en el fic; como este es, digamos “el inicio del romance” le dedico el capítulo a ViaLacteanaUniverse. Espero que te guste, chica.

¡Hasta la próxima!

Lady Corazón de Piedra
fuera.🔥

O11CE SEGUNDA PARTE • TERMINADAWhere stories live. Discover now