El nuevo técnico

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La siguiente historia es totalmente mía. La serie O11CE no es de mi propiedad. Una historia hecha por fan, para fans.

Dedé

Cuando todos se encontraron presentes en el vestuario, se dirigió a ellos. Delataba hastío cuando emitía sus parsimonias palabras.

–La práctica de hoy... Fue mediocre, aunque claro, hubo más de una excepción.

—Es obvio que está hablando de mí —susurró Lorenzo. El número 9 se encontraba a lado de él, murmurando con Lucas pedantes comentarios.

—No; no hablaba de ti —la sonrisa de Lorenzo se borró—; cuando dije que habían excepciones, me refería a Rafael, Ricky y tal vez Apolodoro . Así como hay excepciones pasables; existen las deplorables​, como es el caso de André y el tuyo.

–Entiendo perfectamente que Dedé juegue mal, ¿pero yo? Por favor, soy el mejor jugador aquí.

–Eso no lo discuto, sin embargo, yo no necesito que seas el mejor sino sabes trabajar en equipo.

–Pero...

–El fútbol es un trabajo de equipo, es un deporte. No me interesa su desempeño individual; me interesa como los delanteros trabajan con los mediocampistas, como los defensas detienen a quién sea que esté por anotar, y como el portero para esos goles que a los defensas se le escapan. Lo que vi hoy, no fue más que mediocridad. Tomen agua, y salgan a la cancha. Van a dar 50 vueltas de castigo, después haremos pases y por último ronda de penales.

—Si nos quedamos por más tiempo, no tendremos el suficiente para terminar las tareas —alegó Lucas.

—Además entrenamiento acaba de terminar, nosotros ya debemos irnos —dijo Dedé, extrañamente dándole razón a Lucas.

—Yo digo cuándo se termina el entrenamiento. Si tienen tareas, no es mi problema. Debieron pensar en eso, antes de tener un rendimiento tan pobre en la práctica. Os invito a dar las cincuenta vueltas, ¿o quieren que sean 100? —dijo con una inmarcesible calma. Todos salieron del vestuario resignados a cumplir su castigo.
    Cuando estaba a punto de atravesar las ​puertas, Darío lo detuvo. Probablemente lo iba a retar, y con razón. Estaba jugando pésimo, peor que en el partido pasado; cualquiera que se acercaba al arco o a él, lo derribaba fácilmente, Lucas sólo discutía porque prácticamente jugaba solo.

–Si no hice énfasis en tu juego, fue para enviarte una vergüenza peor; ya suficiente tememos con verte jugar. Eres titular, y aunque fueras suplente hubo un porqué de estar aquí; juegas bien o te regresas a Brasil. Para ti son 100 vueltas.

Zoe

Lo que sucedió anteriormente, la dejó confundida, y ciertamente enojada.

—¿Tiene que ser ahora, Zoe? —preguntó con irritación.

—¿Por qué lo decís? ¿estás ocupado? —dijo a través de la puerta, aún cerrada.

—Sí, estoy un poco ocupado. ¿Hablamos mañana, antes de entrar a clases?

—No era nada importante, así que despreocupate. Nos vemos luego.

—¡Respondió! —gritó Ricky. Alcanzó a escuchar un sonido de notificación. Gracias a su interrupción, ninguno se molestó en despedirse de ella, pues su atención estaba dirigida al mexicano. —Perdón, chicos, sólo era la notificación de batería baja. Pudo oír que le lanzaron todo objeto disponible.

Sin duda estaba decepcionada; tomó iniciativa y dispuesta, visitó a esos trogloditas... Todo para saber la opinión de Gabo, respecto a la fuerte decisión que tomaría, quién ni siquiera se molestó en abrirle; igual no lo culpaba, debía guardar reposo, mas pudo pedirle a Ricky o Dedé que lo hicieran.

O11CE SEGUNDA PARTE • TERMINADAOnde histórias criam vida. Descubra agora