El final parte II: Los Halcones Dorados

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Dedicado a todas las hermosas lectoras de este fic. ❤

La siguiente historia es totalmente mía. La serie O11CE no es de mi propiedad. Una historia hecha por fan, para fans.

Gabo

—Sé que este es un partido muy difícil. Tanto las Águilas como ustedes han entrenado muchísimo —el técnico se aclaró la garganta—, pero al final el entrenamiento no servirá si ustedes no ponen el corazón en el partido. Se los digo hoy, como ya lo he hecho, y se los voy a decir cuantas veces sean necesarias. Quiero que hoy salgan con la mente fría y el corazón caliente. Llegaron hasta aquí con problemas por los que ningún equipo y alumno deben atravesar; nosotros ya ganamos sin tener la copa, porque tenemos amistad —Dedé y Ricky chocaron los puños—, seguridad —Rafa sonrió—, perseverancia —Catorce alzó una ceja—, trabajo en equipo —Leo, Daniel y Lucas sonrieron—, compromiso —Pablo, Mariano y Adrián levantaron la cabeza—, liderazgo —Lorenzo y Valentino se miraron fijamente—, pasión —Gabo vio al DT con gran aprecio—. Tenemos un equipo; tenemos una familia —habló más fuerte—. Hoy, volamos a la victoria. ¡¡Vamos, Halcones!! —¡¡¡Vamos!!! —gritó cada uno de los chicos. En momentos como este agradecía que Francisco hubiese vuelto a ser el director técnico. Salieron con gran motivación a la cancha, hoy nada los detendría.

Joaquín

—El partido inició con fuerza —se quitó el sudor de la frente—. Estamos a veintisiete minutos de que acabe el primer tiempo; y hasta ahora cada equipo ha defendido a quién se intente acercar al arco... ¡Momento! Dedé lanza la pelota,  y esta llega a los pies de Ricky; el técnico ha armado una dupla poco usual en la cancha, pero perfecta en su vida social. Un delantero y un defensa, un brasileño y un mexicano; seis y siete. Siguen con un juego perfecto; qué manera de defender, ¡qué gran defensa... —Miró a Martina sonriente recordando que había aceptado salir con él, ella le correspondió guiandole el ojo—. Qué linda... —¡Pone atención, Joaquín! —dijo Celeste indicándole qué sucedía. —¡Llegó! Está a los pies de Pablo, ¡dale, Pablo! Todos gritan su nombre en la tribuna. Vamos por el primer gol, ¡pasala a Lorenzo, pasala a Lorenzo!

Pablo corrió a gran velocidad; faltaría un simple pase para acercar el balón al arco que custodiaba muy bien Ezequiel, sólo necesitaba lanzarla a Lorenzo, sin embargo todos los presentes se llevaron una sorpresa —el, ahora número cinco de las Águilas: Camilo Montero quién hace unos minutos se anunció, que no sólo era parte del equipo, sino también el titular para este partido; se le está acercando. Seguro dice mentalmente “no vas a pasar, no vas a pasar”. Pero el otro responde con un espectacular túnel como le dicen en México, dedicado a todos nuestros seguidores mexicanos —cerró los ojos sonriendo y al abrirlos se llevó otra gran sorpresa—. Esto no acaba aún. Le sigue como su sombra y hace una gran barrida —el pie del muchacho alcanzó la pantorrilla de Pablo, haciéndolo caer dolorosamente—, no puede ser... Presenciamos una caída violenta del integrante de los Halcones Dorados. El DT y el preparador físico se acercan al chico aún tendido en el césped.

A la distancia veía que ambos adultos trataban de hacerle preguntas al muchacho, mas este sólo tomaba su músculo totalmente adolorido. No podía levantarse.

—Oh, no —dijo estupefacto—. Pablo quedó lesionado; está fuera del partido y es llevado fuera de la cancha en camilla —abrió la boca atónito—. ¿Qué esto? —preguntó para sí mismo— Lorenzo está peleándose con Camilo —susurró—. Al parecer Lorenzo está discutiendo con Camilo —declaró en voz alta hacia sus seguidores—. “Comportense” grita Francisco Velázquez, técnico del equipo. Los demás interfieren antes que expulsen al goleador, ¡pará! El árbitro se acerca, ¿será que sí lo sacan del partido? —No me extrañaría, siempre ha sido muy prepotente —interrumpió la capitana. —Martina, este es mi relato —ella le frunció el ceño enfadada—. No puedo ver qué dice el referí —el diálogo no era visible, pues la noche estaba llegando acompañada de la lluvia—. Un momento, ¡¿qué es eso?! —exclamó espantado—; es tarjeta roja... —Trató de ver al nueve, pero éste sonrió extrañamente—. Paren todo, la roja va para Camilo, ¡¡¡Camilo es expulsado!!! —gritó con euforia levantándose del asiento—. Y así, termina el primer tiempo, y vos lo vivís, por "Juaco Sports."

O11CE SEGUNDA PARTE • TERMINADATempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang