"Tú, mi único escape"
Corrió por los pasillos con desesperación, cuando sus cuerpo entro al hotel, era libre por el resto del día; sin pensarlo, se dirigió a la habitación de la castaña, que según sus bailarines no había salido en el resto del día.
Golpeo la puerta de madera con rapidez, no aguantaría un segundo más sin un abrazo de la chica que estaba cruzando la puerta.
La puerta se abrió dejándola ver, vestida con un suéter de lana color salmón y unos jeans casi blancos.
No le dijo nada, simplemente lo dejo pasar, miro a su alrededor, varias maletas estaban abiertas.
-¿Qué estás haciendo? - pregunto alarmado, mientras se sentaba en el borde de la cama.
Ella miro sus ojos y suspiro.
-Creo que es más que obvio - se acercó al closet, tomando una prenda doblándola en cuatro partes y dejándola dentro de la maleta negra- Empacando.
-¿Por qué? - tomo su brazo para evitar que volviera a repetir la acción.
-En la madrugada saldremos a Paris - movió su brazo, zafando su agarre y siguió con lo mismo.
Justin se quedó callado mirando cada movimiento que hacia la joven, no entendía su cambio de actitud.
Llevaba semanas así, siempre que le preguntaba, le respondía con otra pregunta.
Era verano en Canadá, por lo tanto ella estaba en vacaciones, así que como todos los años, acompañaba a Justin a los lugares a donde fuera, lo que quería y hacia todo lo posible para que esa amistad no acabara por culpa de lo que la gente decía.
-Necesito tu ayuda - Hablo el chico, dejando caer todo su peso sobre la cama doble donde ella dormía sola.
No escucho respuesta. Ya se estaba cansando de esa actitud, no entendía nada de lo que pasaba.
Iba hablar pero su celular vibro en el pequeño bolsillo de su pantalón, suspiro y lo abrió con cansancio.
"Estoy en Londres - Selena."
-Si tanto la amas, ve por ella - Hablo la chica cerrando su maleta sin mirar al castaño.
Justin la miro asombrado y al mismo tiempo asustado, la idea de que su amiga tenia poderes cada día parecía ser más evidente.
