Capitulo 21

188 10 0
                                    

Primera parte
“Be Alright”

Across the ocean, across the sea
Startin' to forget the way you look at me now
Over the ocean and across the sky
Startin' to forget the way you look in my eyes
And for you, I would walk
A thousand miles
To be in your arms
Holding my heart

Suspiro totalmente cansado, aun mas al enterarse de que faltaban dos canciones, además de eso debía ensayar para el show de la noche, no sin antes estar en una entrevista de radio.

Sería un día largo y agotador, pero esa era su vida y debía aceptarla.

Una hora de receso, eso era con lo único que tenía para escribir dos nuevos éxitos, no sabía sobre qué hacerlo, pero esa misma noche debía presentarlos a su productor, para así cuadrar las horas de grabación.

Su cabeza puteaba sin poder parar, ni un analgésico fue capaz de calmar el estrés que crecía en su interior. Debía canalizar las cosas malas y buscar un lugar en donde desaguarse.

Pero ya no estaba ella, la que aun fuera donde fuera, estaba a su lado, dándole las palabras que él quería escuchar, por sus arrebatos, ella estaba a millones de kilómetros, solo recompensaba su tristeza, que en menos de 48 horas podría verla a su lado, aun al saber que su enojo seguía y no tendría la oportunidad de hablar.

Existían tres maneras en las que lograba relajarse cuando ella no estaba a su lado: Conseguir alguna puta que lo llevara al paraíso, pero eso sería algo complicado de lograr, de su mente solo hacia parte ______; buscar algo de droga, su guardado, pero no podía, había mucha gente que lo miraba y por ahora no quería un escándalo y por ultimo esta en beber hasta perder la conciencia, recordar que debía estar lo suficientemente cuerdo para lo que debía hacer, está fuera de sus posibilidades.

Entro por la puerta de atrás del gran estadio en Alemania, le encantaba ese país y le parecía gracioso no poder comprender mucho de lo que decían sus fanáticas.

Antes del ensayo debía sacarse – como siempre – fotos con sus mayores fanáticas, bueno, las que pudieron tener el privilegio de pagar la entrada a camerinos.

Chicas de todas las edades, desde los dos años, que las acompañaban sus hermanas, hasta los 25, era lo que alcanzaba a calcular cuando se acomodaban a su lado para abrazarlo y así poder sacar una foto que atesorarían por el resto de sus vidas, recodando aquel momento como el mejor de todas sus vidas.

Para el en cambio, era rutina. Era el momento para ver lo hermoso del país, las mujeres, totalmente desesperadas por estar a su lado.

En especial una.

Tenía el cabello que toda americana promedio desearía, un rubio natural, sin tener que preocuparse por tinturar y dañar sus cabelleras.

Sonrió al verla, al parecer, la primera opción de su lista se haría realidad, cambiando que ella no era una puta, sino una hermosa Belieber.

Hacerle entender que ella había ganado un supuesto concurso, fue lo más fácil. Lo que le preocupaba era como acercarse a ella sin asustarla, sin olvidar que no hablaban el mismo idioma.

Pero al parecer, ese tampoco era un problema, sus intenciones de tenerla fuera mutuas. Sus labios capotaron el cuello de la joven, recostándola en la comodidad de su sofá en medio del camerino.

Todas caían ante sus encantos.

“¿No tienes miedo de que algunas de esas chicas solo quieran sacarte dinero?” su mente recodo aquella pregunta que le había hecho su amiga hace unos meses atrás, después de salir de un escándalo de paternidad, el segundo en su carrera.

No tenía la respuesta, pero en parte ella tenía la razón. Tener una relación en ese medio era complicado, no podía divertirse sin antes imaginar los peores de los casos en donde el saldría afectado.

Rápidamente se alejó de ella, dejándola más confundía de cuando intento hablar de manera amigable.

Se disculpó o bueno, eso intento, aunque ella logro entenderlo de buena manera, una simple sonrisa salieron de sus labios, después de acomodar un poco sus ropas y salir del cuarto sin decir nada.

answer » jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora