Segunda parte
El ensayo empezaba, algunas chicas habían logrado entrar a ver como hacia el joven artista preparando un concertó que miles esperaban en la parte de afuera de la arena.
Cantaba cortas partes de las canciones que más adelante lograrían escuchar completas, en medio de show; entre bromas y unos cuantos chistes, olvidaba lo mal que últimamente estaba pasando.
Necesitaba un descanso, tal vez mirando el sol escondiéndose entre el mar de las Bahamas, acompañado de sus amigos más cercanos y familiares. Si, ese sería el destino para sus vacaciones.
Miro a las chicas que gritaban su nombre en medio de lágrimas, por ellas haría cualquier locura, solo con verlas sonreír.
Una voz en medio del lugar, hizo entender que todo estaba listo y solo faltaba una hora para que el concierto comenzara, el tiempo perfecto para que todos sus fanáticos entraran y se acomodaran para verlo cantar.
Justin entro a la tranquilidad del camerino, pues aun tras bambalinas se escuchaban los gritos de emoción. Miro la ropa que utilizaría, algo como que lo dejara caminar, bailar y cantar sin ninguna preocupación, bueno por los menos el tiempo que la tendría puesta. Ya era una costumbre que sus camisas quedaran en medio del escenario, le encantaba mostrar sus múltiples tatuajes.
También eran en esos momentos en donde entraba ____, dándole el apoyo que necesitaba, “Todo saldrá bien” y siempre se cumplía; ella tenía el secreto de cómo hacerlo sentir bien, de hacerle olvidar lo malo que transitaba en su vida.
Era famoso, pero una persona detrás de toda la cantidad de dinero que rodeaba. Sentimientos, también tenía pero al parecer a nadie le importaba, solo querían encontrar una manera de hacer dinero, sin importar a quien hirieran o cuantos problemas podía lograr a tener.
Suspiro al pasar las muchas imagines que guardaba la memoria de su celular, momentos inolvidables, tanto que le gustaría volver a vivirlos, en la mayoría estaban ____ con su característica sonrisa. Como siempre la recordaría, como la conoció, hace siete años.
-Ya hasta pareces un estúpido enamorado – dijo alguien, Justin salto en su puesto, pues no había escuchado entrar a nadie,
Se tranquilizó a ver a Ryan Good, su estilista y un buen amigo, aunque ya no trabajaba a para él, seguía acompañándolo cuando puede.
-No sé de qué estás hablando – guardo su celular rápidamente en el bolsillo de su pantalón.
Su amigo lo miro con burla, ¿Cómo antes no la había notado? _____ era quien hacia su vida color de rosa, era ella quien le hacía olvidar los problemas en que se metía constantemente.
-¡Ya! – Dijo el artista de la constante e incómoda mirada – No estoy enamorado de ______
Ryan soltó una carcajada, le encantaba tener la razón. Justin lo miraba sin entender, pues no había contado un chiste para que él se riera de esa manera.
-Yo nunca dije que era de _____ quien estás enamorado – hablo unos minutos más tarde, con la cordura, un poco en su lugar – fuiste tú.
Justin cerró los ojos ante su equivocación, no esperaba sentirse de esa manera, traicionado por su propio corazón, pues sus labios siempre dijeron “Te amo” a la persona menos indicada y alejo a quien le movía el piso desde varios años.
-Me alegras que te hayas confesado, hijo mi – palmeo el hombro del joven, hablando como un sacerdote.
-Prométeme que nadie se enterara – dijo Bieber con una mirada totalmente amenazante.
-Ten lo por seguro y más ahora que lo has aceptado.
