Tan Sólo Vecinos

Recuerdame II

Juegos del destino

La fría mañana de diciembre, ahora era oscura, las calles se iluminaban por aquellos focos que adornaban de múltiples colores, y las personas disfrutaban de este espectáculo.

Naruto y Sakura caminaban entre estas calles mientras disfrutaban el reflejo de las luces a través de la nieve que caía lentamente y aterrizaban finalmente en el suelo.

-Estuvo divertida la película, ¿verdad?- decía la pelirosa entre risas.

-Si, fue súper divertida, en especial cuando vieron que el chico traía puesta la ropa interior de una de las chicas- su risa era intensa, a leguas se veía que se la estaba pasando de maravilla.

Mientras caminaban, el rubio tuvo la sensación de que alguien, extremadamente conocido, había pasado de largo al lado de él, así que se detuvo y miro hacia atrás.

-¿Que sucede, Naruto?- preguntaba la Haruno al ver que el ojiazul se torno serio.

-No nada- decía mientras miraba entre la gente.

-Si tu lo dices...- no le dio mucha importancia a tales actos del Uzumaki.

-Sakura-chan- se dio por vencido en su búsqueda y se centro n su cita -¿Que tal si vamos a...- puso una sonrisa en sus labios -un lugar que es realmente especial para mi...?-

-Naruto...- lo miro a los ojos -claro, ya que es un momento especial para los dos- lo tomo del brazo -vamos, vamos- se torno insistente e iniciaron a caminar.

...

La casa Hyuga se encontraba solitaria y fría, no se encontraba mas que Hinata sentada en la sala de su casa y frente de ella un pastel, que había preparado ella misma para la ocasión.

La oscuridad la hacia sentir sola así que tomaba de vez en cuando su collar que portaba en el cuello para sentir algo de compañía.

"Seguramente se retraso..."

"Ya viene..."

"A él no se le podría olvidar algo tan especial como mi cumpleaños..."

Estos eran los pensamientos que rondaban la cabeza de Hinata, en especial...

"Hicimos una promesa..."

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien llamo a la puerta, rápidamente fue a abrir.

-Hinata-

-El no... El no vendrá, ¿verdad?- las lágrimas corrían rápidamente por sus mejillas mientras trataba de formular una sonrisa en sus labios.

-Lo siento, Hinata- su voz sonaba triste, el chico no podía ver a la Hyuga sufrir.

-Sasuke-kun- mientras pronunciaba el nombre del chico, no pudo evitar abrazarlo y llorar mas intensamente.

El azabache cada vez abrazaba mas fuerte a la Hyuga, la intensidad con la que lloraba conmovía al frío Sasuke, haciendo que algunas lágrimas cayeran de su rostro llamando la atención de Hinata.