capítulo 7

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Fui levemente consciente de mí alrededor, me sentía tan débil que no puedo ni siquiera abrir mis ojos. Traté de recordar que me pasó sin éxito alguno, al parecer mi cerebro se tomó unas largas vacaciones. Estuve así por lo que parecieron largas horas, pero en realidad fueron pocos minutos, gracias a ese sonido extraño me percaté de la realidad, es algo así como un pitido continuo y fastidioso. Después de un rato decidí que era hora de abrir los ojos, sin embargo, mi vista está borrosa. Gruñí molesta por mi situación, por eso pestañeé varias veces con la esperanza de aclarar mi visión.

Lo primero que mis ojos captaron fue esa extraña lámpara alargada que está en el techo, luego la horrorosa combinación de colores, blanco y azul bebé, que tienen las paredes. Dejé escapar un suspiro mientras intenté sentarme por segunda vez, es un caso perdido porque estoy demasiado débil, así que opte por girarme. Lo segundo que vi fue a un hombre acostado en un sillón, bueno… sé que es hombre por su contextura. Después de tanto intentar, quedé agotada por lo que cerré mis ojos para descansar.

"Muy bien Sam, tienes que recordar lo último que pasó", dije en mi mente casi como una suplica. Estaba embarazada, me había casado con Freddie y vivía con él en un pequeño departamento que era nuestro. También recordaba haber despertado a su lado, siempre dormía con él, pero esa vez era la primera donde amanecíamos abrazados y donde me sentía protegida. Mi corazón comenzó a latir rápido y como pude llevé mis manos hacia mi vientre… nada, no tenía nada.

-¡Freddie! –Grité tan alto como pude. -¡Freddie! Oh Dios… -dije mientras me levantaba.

-Tranquila Sam, todo está bien –era su voz, él no me dejo después de todo. –Estoy feliz de que estés despierta…

-Mi bebé Freddie, ya no está… -mi voz salió desesperada.

-Tranquilízate, lo tienen en una incubadora… -murmuró con preocupación. ¿Es que le había pasado algo malo? –Recuerda que le faltaban algunas semanas y por eso está allí, mañana lo sacaran por primera vez…

-Quiero verlo… -puedo sentir sus manos acariciando mi cabello.

-Lo verás, pero primero necesita una mamá fuerte –indicó con cierto toque de humor-, tendrás que comer, bañarte y recuperar muchas fuerzas Sammy.

Era la primera vez que lo escuchaba llamarme así, por eso no pude evitar mirarlo a los ojos. Transmitía tantos sentimientos que me sentía aturdida, luego me sonrió y besó mi frente.

-Debo llamar al doctor, tiene que revisarte y dar la orden para que comas –murmuró mientras enviaba un mensaje de texto a quien sabe que persona. –Espera un segundo, ya vuelvo.

Un rato después, el doctor apareció con Freddie. El viejito me sonrió mientras me explicaba todo lo que me había pasado. Resulta que gracias a la perdida de sangre, mis defensas y todos mis valores habían decaído, no era de extrañarse de que este toda débil. Después de tantas revisiones y consejos, el doctor me extrajo la intravenosa y me dijo que podía comer solido; nada de condimentación fuerte o grasas, todo tiene que ser muy sano. Por eso Freddie pidió que me trajeran un almuerzo "especial" según él. Sin embargo, estoy dispuesta a sacrificar mi dieta por mi bebé, necesito estar bien para él.

-¿Cuánto tiempo estuve así? –Pregunté con temor.

-Al menos cinco días, de vez en cuando hablabas, pero casi no te entendía –yo asentía ante su acotación.

De pronto una sonrisa se formó en sus labios.

-¿Por qué sonríes? –Pregunté sorprendida.

-Estoy feliz de que estés bien. Estaba tan preocupado –admitió sin borrar la sonrisa de su rostro. –No te mentiré, estaba muerto de miedo cuando me dijeron tú estado, pero feliz porque ya somos padres. Fue difícil… sentí que te perdía –noté cierto temblor en su voz.

Yo te cuidaré (seddie)Where stories live. Discover now