Capítulo 47.

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El hotel es el más bonito que he visto en mi vida, hace parte de la cadena de hoteles en el que nos quedamos en ciudad de México. St Regis Punta Mita es un paraíso en la tierra. Cuando llegamos nos recibieron con cocteles y más, pareciera que están recibiendo a los reyes de España. La piscina es simplemente hermosa y no soy la única que piensa igual ya que Lucy dijo que mañana no esperar ni un segundo para ir a nadar en ella.

Si la habitación en la que estuvimos en México City era hermosa esta es mil veces más hermosa, es enorme. Al igual que en el otro hotel Lucy, James y yo nos quedaremos en una increíble suite, pero esta es más como una cabaña justo al frente de la piscina.

– Mañana nos quedaremos todo el día aquí – dice James captando la atención de Lucy la mía –. El hotel tiene una playa privada así que no hay ningún problema.

– ¡Woooooow! – dice emocionada Lucy –. Ya quiero que sea mañana

– La cena será en el restaurante del hotel frente a la piscina – se acerca a mí para abrazarme –. Hay que cambiarnos de ropa por algo más cómodo y fresco para ir a comer.

– Esto es mucho más de lo que imaginaba – le digo a James cuando Lucy sale corriendo a la que es su habitación.

– Tu eres mucho más de lo que imaginaba – pone un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

– Entonces ¿Mañana nos quedaremos aquí todo el día sin hacer nada? – pregunto de forma juguetona.

– Algo así – me da un beso cargado de pasión –. Hay un hermoso vestido blanco en tu maleta.

La vista del restaurante es hermosa, sin duda James tiene muy buen gusto para escoger los mejores lugares. Todos estamos usando ropa blanca, hasta Ryan y Adam. La cena esta increíble, estamos degustando comida de mar al estilo mexicano.

Hemos decido caminar un poco por la playa del hotel, Lucy no podía esperar hasta mañana para ver todas las hermosas vistas que este lugar tiene para nosotros, y bueno yo tampoco quería esperar hasta mañana.

La arena es de un color es único, el sonido de las olas cautivador y ni que decir de la compañía. Me quite mis sandalias y James se quitó sus zapatos, nuestras manos están entrelazadas y la sensación de ellas me encanta. Lucy está jugando, se acerca a la orilla del mar pero cuando esta viene hacia ella sale corriendo para no mojarse, la Sra. Greene la mira desde un lado y bueno Ryan, Adam y Frank nos observan.

Aun no puedo creer que James los haya traído a los tres, sé que él se preocupa por nuestra seguridad pero es que tres son muchos, y la verdad no se de que se preocupa si este lugar es privado y los reporteros no pueden entrar.

– Lucy – James le grita a su hermana para llamar su atención –. Es hora de regresar, ya es tarde.

– Cinco minutos más – le ruega la pequeña.

– Mañana tendrás todo el día para divertirte – ella comienza a caminar en nuestra dirección haciendo pucheros.

– Sophie por favor – ahora me mira a mí con sus enormes ojos.

– Venga cinco minutos mas – no me puedo resistir.

Su rostro cambia de un segundo y se da media vuelta para seguir jugando, James me acerca más a él con el ceño fruncido. Sé que no le gusta mucho que lo contradiga pero no lo he podido evitar cuando Lucy me mira de esa forma.

– Lo sé – le digo antes que diga algo.

– Humm... – el me mira aun serio.

– Pero son solo cinco minutos – me defiendo.

Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora