Capítulo 51.

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El vuelo estuvo tranquilo o eso creo porque dormí gran parte de él, estaba muy cansada y era indispensable que durmiera. Llegamos muy tarde Chicago y de verdad no quería otra discusión con James así que accedí a ir a su departamento. Lucy también se quedó dormida y lo que aun peor ni siquiera se despertó cuando aterrizamos.

Subí hasta la habitación de James y no lo pensé dos veces en irme a cambiar, tengo mucho sueño y lo que es peor aún mañana tengo que ir a trabajar, y de solo imaginar la cantidad de trabajo que me debe estar esperando me quitan las ganas de ir.

Me acomodo en la gigantesca cama y siento un frio inmensa en ella, no puedo dejar de pensar en que James está dispuesto a decirme lo que sea que tenga para decirme. Cierro los ojos pero no logro quedarme dormida aun cuando siento mis ojos pesados.

Siento como la puerta se abre pero no me muevo, escucho algunos pasos y después siento como la cama se hunde. Los brazos de James me rodean, su rostro esta clavado en mi cuello puedo sentir su respiración. Su cuerpo llena ese frio que tenía y solo eso basto para que me olvidara de todo y quedarme dormida.

Regresar a la rutina de trabajo cuesta un pongo, esta mañana es un caos. No hemos parado de correr para que nadie llegue tarde, Lucy acompañara a James al trabajo porque le ha dado un par de días a Sra. Greene.

Cuando bajamos al sótano por cosas de la vida mi auto está ahí, no lo puedo creer desde que estoy con James muy rara vez lo conduzco.

- ¿Qué significa esto? - le pregunto a James señalando mi auto.

- ¡Ohhh! alguien entro en tu edificio y robo tu auto - dice con sarcasmos.

- Que chistosito amaneció mi novio hoy - le doy un pequeño empujón.

- Solo ten cuidado - se acerca a mí -. Simons y Morris irán en otro auto.

- Esta noche me quedare en mi departamento - lanzo la bomba.

- ¿Por qué? - pregunta alarmado.

- Tengo que hablar con Alex - el asiente pero no le gusta mucho la idea.

Me da un apasionante beso el cual me deja sin aire antes de que monte en el auto, me dio un poco de vergüenza que los demás nos hubieran visto pero estuvo tan increíble que no me opuse.

Cuando llegue a la oficina increíblemente el primero que me recibió fue el Sr. Johnson quien es uno de mis jefes, pareciera que le hubiera caído del cielo porque su rostro se ilumino cuando salí del elevador.

- Hasta que por fin estas aquí - dice acercándose a mi para abrazarme -. En tu vida te vuelvo a dar vacaciones.

Mientras camino me informa de un par de reuniones a las que tengo que asistir, y de paso tengo que ir con el equipo de trabajo para evaluar la comprar de una empresa pequeña en Los Angeles - California. Desearía que solamente fuera eso pero estoy segura que Jess tiene más trabajo para mi, y que los que Sr. Johnson me dijo es lo primordial.

- Esta oficina se ha vuelto loca sin ti - me dice Jess cuando paso por su escritorio.

- Es bueno saber que mi trabajo les gusta - le guiño el ojo.

- Pues esperemos que tus pequeñas vacaciones te den las energías que necesitas para revisar todos esos documentos que hay allá dentro - me ofrece una pequeña sonrisa.

No tengo ni cinco de ganas de ver mi escritorio pero es mejor empezar temprano así que no pospongamos lo inevitable. Abro la puerta de la oficina y veo mi escritorio, me dan unas ganas inmensas de cerrar la puerta, montarme en el elevador e irme para esas playas hermosas donde estaba.

Sin LimitesWhere stories live. Discover now