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—¡Ay! ¿apoco tu eres el novio de mi hijo?—  exclamó con una ternura exagerada la madre de JinYoung.

—mamá, basta —suplicó BaeJin. Desde que Jihoon había entrado a la casa no había parado de recibir alagos de parte de la señora, por lo cual el pelinegro se sentía algo molesto y por si fuera poco a la señora se le ocurrió contarle a Jihoon cosas un tanto íntimas de su hijo.

—disculpe por interrumpirla señora,  pero ¿dónde queda su baño?— pregunto Park mirando el reloj, JinYoung sintió un gran alivio de que Jihoon haya interrumpido a su suegra.

—Caminas hacia el fondo, a la derecha.—indicó la señora y Jihoon se fue un tanto apurado hacia el lugar.

Una vez dentro suspiro profundamente y de sus bolsillos sacó unas pastillas,  Jihoon tenía que tener un control casi perfecto con sus medicamentos pues en caso de no hacerlo podía sufrir un rechazo de parte del corazón.

Era hora de su dosis diaria y no quería que JinYoung lo viera medicandose, no quería ser inundado de preguntas y sobre todo no sabía como confesarle a Bae sobre su padecimiento.

Tomó todas y cada una de las pastillas indicadas, las cuales dejaron un sabor amargo en su boca. Park era precavido así que sacó unas halls para asi disimular.

Salió del baño lo más normal posible, y se dirigió nuevamente a la sala, encontrándose solamente a la mamá de su novio.

—BaeJin se encuentra en su habitación. Puedes subir querido.

—Gracias señora, con su permiso.—y sin más palabras Jihoon se alejó de la vista de aquella mujer.

heartbeat. WinkDeepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora