heartbeat. WinkDeep

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Suspiró profundamente y toco aquella puerta tan conocida, había reunido toda su fuerza de voluntad.

Ya no aguantaba, se estaba lastimando a si mismo. Por lo tanto había decido ser él el que fuera buscar a JinYoung.

La puerta se abrió, dejando ver a un BaeJin un tanto arreglado, al parecer planeaba salir.

-¿puedo pasar?

-Claro, iba de salida pero adelante.-El pelinegro le cedió el paso a Jihoon y después cerró la puerta de su casa.-¿qué se te ofrece?

Park realmente estaba nervioso, su cuerpo temblaba como nunca antes lo había hecho.

-Quería hablar contigo.

-Ah. ¿Tardarás mucho? Es que en verdad me tengo que ir. -y por más que JinYoung quisiera no podía quedarse, había quedado de verse con Kuanlin.

-Sólo será un momento, no pienso extenderme mucho. -Jihoon trago saliva- Sé que ha pasado ya algo de tiempo desde que terminamos y también sé que hace poco dejaste de insitirme.

-Ajam.-JinYoung trato de mostrarse lo más neutro que pudo a pesar de que sentía como su corazón se comprimia de a poco.

-Quizás es tarde, pero aún así quería intentarlo-Jihoon tomo la mano de su menor -¿me podrías dar la oportunidad de volver a estar juntos?

BaeJin sintió como se formo un nudo en su garganta, no sabía que responder. Aún lo amaba pero después de todos y cada uno de los rechazos del menor se mentalizo para no volver a caer a el.

-Entiendo, no necesitas hablar. De ante mano sé tu respuesta.-El mayor soltó la mano del pelinegro y se dispuso a salir de la casa.

Pero antes de que pudiera avanzar BaeJin lo tomó del hombro.

-Es obvio que quiero volver contigo, pero no estoy muy seguro si eso sea bueno. Dame un tiempo para pensar bien las cosas. - habló con inseguridad.

-¿no estas seguro?¡ Por amor de Dios! Tú más que nadie sabes cuánto nos necesitamos.

-Y tu más que nadie sabe que nada de esto hubiera pasado si tu me hubieras dejado explicarte, no tuviéramos que pasar por esto si tan solo no me hubieras rechazado.-exclamó con lágrimas en los ojos-ahora si me permites me tengo que ir.

JinYoung salió de su casa, dejando al mayor con un amargo sabor de boca. Entonces ahí comprendió la cliché frase "no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran"