You|YM

04

Llegaron a casa del omega y al adentrarse lo primero que hizo Jimin fue darse un baño, el dolor persistía y el lubricante salía aún más que antes. El pensar que el alfa que tanto adoraba estaba en la otra habitación probablemente con el celular lo hacía pensar en cosas que su celo provocaba.

Cuando salió de la ducha se vistió con una simple pijama y bajó con el alfa, directo a la cocina.

—Hyung..., me duele mucho.

Inmediatamente el alfa suspiró, «yo tengo una forma de quitarte ese dolor» Pensó.

—Pues anda y toma tus pastillas, Jiminnie.

—Ese es el problema—soltó con nerviosismo— Se acabaron en la mañana.

—Bien, iré a comprar, y de paso te consigo helado.

Caminó dispuesto a irse lo más pronto posible por la incómoda situación, pero un pequeño brazo lo detuvo. 

—Hyung... No me deje solo— le miró a los ojos.

El alfa no pudo controlarse y besó los labios del menor, no hubo movimiento, solo un beso tierno.
Por dentro maldecía como nunca antes en su vida, el instinto poco a poco se apoderaba de él. Aunque vamos, ¿quién se resistiría a besar y dar todo el amor a este mocoso tan lindo, tierno y jodidamente sexy? En ningún momento le pasó por la cabeza el tonto pensamiento que le atormentaba:  "él tiene 19 años y yo 22" esa excusa que se interponía ante sus instintos de alfa, por dentro el sabía que Jimin era su omega destinado, realmente adoraba a ese tierno chico, poco a poco había aumentado ese amor, que, aunque el alfa no supiese, era un intenso amor mutuo...