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Liam detuvo el auto enfrente de la escuela, dándole un vistazo a su hijo por el espejo retrovisor.

-Ten un buen día, cariño, estaré temprano en casa- Luka aceptó la sonrisa brillante de su padre, dándole un calorsito en su pecho que sin aceptarlo, le daba ánimos para estudiar.

-Igual tú, papá- Luka se despidió y bajó. Corrió hacia la entrada antes de que Liam le gritara su amor a todo el alumnado.

Caminó por los pasillos llenos de niños pequeños que gritaban por querer ir al área de juegos, Luka llegó a su salón en los últimos pasillos donde los grados más grandes se encontraban. Se sentó en su pupitre viendo el de Connor vacío, no fue nada sorprendente que él chico llegara tarde.

Sacó de su mochila su cuaderno de dibujo que la abuela le obsequió el año pasado. Le quedaban pocas hojas y debía pedirle a Liam uno nuevo.

-¡Llegué!- Luka miró la celebración de Connor en la puerta del salón, alzando los puños en el aire como si fuera una carrera.

-Creí que no tendría que ver tu cara hoy- Luka dijo en un tono de decepción, aunque, era mentira.

Connor fue el único amigo que hizo al inicio de clases, sus anteriores amistades no parecían molestarse por eso. Luka tenía una extraña conexión por el niño, tal vez sería por el parentesco que hacia querer saber más.

-Oh, vamos. Ambos sabemos que me extrañarías- Connor dejó caerse a un lado de Luka, riendo por su comentario sarcástico.

-No tendría con quien compartir mi almuerzo.

-¿Qué preparó tu papá hoy?- Sí, Connor se enamoró por completo de la sazón de Liam.

-Sándwich con doble jamón de pavo, ensalada, fruta picada con yogurt de fresa, jugo de manzana y...- Luka agitó la pequeña lonchera en los ojos de Connor. – Brócoli con queso amarillo.

-Todo un bufet- los niños rieron.

. . .

La campana sonó, Luka y Connor salieron hacia el patio trasero, en su lugar habitual donde habían compartido su primer almuerzo.

-¿Qué tienes?-Connor le preguntó a Luka, éste no había hablado desde que se sentaron, ni tampoco lo molestó por su mal hábito de comer.

-¿Uh?- el castaño mayor salió de su mente al escuchar a Connor.

Lo miró unos segundos, sumergiendose en esa mirada curiosa, Luka pudo ver la chispa de preocupación. Como si Connor quisiera en verdad saber que pasaba por su cabeza.

-¿Conoces a tu otro papá?- Connor abrió los ojos, no esperaba aquella pregunta.

-No del todo- cayó unos segundos. -pero papá dijo que es muy guapo y tiene un corazón muy noble- bajó el sándwich que tenía en las manos, limpiándose las migajas. -Él también dijo que fue el hombre más especial que haya encontrado, lo amó muchísimo y fue un gran dolor dejarlo.

-¿Por qué se separarian? ¿Ya no se querrían?-

Connor negó -No me contó mucho, solo que ambos tenían planes distintos por hacer y no podían estar juntos todo el tiempo- soltó un suspiro, deseaba poder saber más de su papá, lo extrañaba sin conocerlo.

-Debió ser difícil separarse del amor de su vida. Digo, papá se entristece cuando me deja por las mañanas.

-Sí, también es difícil para mí. ¿Sabes? Todas las noches miro una fotografía de él que papá me dio, en verdad es guapo- Connor dio un mordisco a su comida, tragando el nudo en su garganta.

-Has pensado alguna vez que tu otro papá te ame aun sin estar contigo- Luka miró el destello desaparecer en la mirada de su gemelo.

-Sí, papá me lo dijo una vez y estoy seguro de ello, papá me ama, y se que algún día lo veré- el niño sonó seguro y felíz, comprendiendo que su padre no lo abandonó de su corazón.

Luka bajó la mirada, Liam nunca había hablado de su otro papá así, no sabía nada de él. Tal vez nunca hubo oportunidad para hablar de ello, pero no tuvo curiosidad hasta ayer que encontró a Liam mirando una fotografía rota.

-¿Por qué tan interesado en mi papá?- Connor pregunto.

-Yo no conozco al mio, ni como es, o bueno, hasta ayer que papá me dio una fotografía vieja de él- Murmuró un tanto incomodo, Connor hizo una mueca.

-¿Nunca le has preguntado a tu papá acerca de tu otro padre?-Luka negó levemente.

-Traté, un par de veces, pero dijo que no quería hablar de ello.-El castaño suspiró .-En cierto modo tampoco había tenido mucha curiosidad acerca de mi padre. Después de ver lo triste que se puso papá una vez, al tratar de hablar sobre él, dejé de lado el tema.-Murmuró Luka encogiéndose de hombros y dándole un bocado desganado a su comida.

Connor hizo una leve mueca.

-Sigo diciendo que deberías insistir. Es tu padre al fin y al cabo, deberías saber de él, además ya tienes edad suficiente para saber porque él no está con ustedes.-Le dijo encogiéndose de hombros, Luka asintió pensativamente.

-La verdad no sé, no quiero que papá se vaya a sentir triste.-Connor río levemente.

-Exageras, solo pregúntale, así respondes tus dudas y dejas de deprimirme durante el almuerzo.-Luka rodó los ojos y asintió.

-Lo pensaré.-Y fue lo último que se escuchó salir de sus labios.

Ambos chicos terminaron de almorzar en silencio y cuando el timbre anunció el fin del almuerzo, se dirigieron tranquilamente a clases para continuar así con su jornada escolar.

[...]

Luka metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, su mirada iba baja y en su mente muchos pensamientos se encontraban haciendo acto de presencia.

La conversación con su gemelo durante el almuerzo había dejado su mente hecha un lío.

Quería saber sobre su padre, pero le preocupaba herir a su padre si le hacía muchas preguntas acerca de él.

Pateó una roquita que se cruzó en su camino, molesto por no saber que hacer.

Siguió caminando, mirando distraídamente las calles y todo lo que lo rodeaba. Ya casi llegaba a casa.

[...]

Abrió la puerta con su llave y se adentró en su hogar, sintiendo el suave aroma de comida casera. Tal y como siempre que llegaba.

Dejando tirada su mochila junto a la puerta, se dirigió ahora decidido hacia la cocina.

Le preguntaría a Liam sobre su otro padre.

-¿Papá?-Liam volteó a mirar a su hijo con una sonrisa.

-Hola, cariño. ¿Cómo estuvo tu día?-Liam le preguntó tranquilamente, Luka suspiró y sintió un nudo de nervios formarse en su estómago.

-Quiero saber acerca de mi otro padre.- Dijo rápidamente, antes de que su poca valentía desapareciera.

Liam dejó caer sin querer la cuchara que tenía en su mano y miró atentamente a su hijo. Cerró sus ojos, tratando de calmarse levemente.

El día finalmente había llegado.

H&J

Juego de Gemelos. Where stories live. Discover now