Juego de Gemelos.

10

—¿Ya terminaste? El timbre sonará pronto.—Luka dijo mientras arreglaba su cabello mirando su reflejo en el espejo.

Un leve estruendo se escuchó y Luka miró en dirección al cubículo de baño curioso.

—Auch.—Connor se quejó cuando golpeó su codo contra la puerta del cubículo.—¿Cuál es la necesidad de usar pantalones tan ajustados? ¿Cortarle la circulación sanguínea a tus piernas?—Se quejó el castaño mientras abrochaba el botón de los pantalones y suspiraba.

Luka rio y volvió a preocuparse de su reflejo.

—Deja de quejarte, siento que tus pantalones se me van a caer de lo sueltos que son, pero no por eso me quejo.—Connor bufó y se colocó las botas y el abrigo, terminando por fin de vestirse.

Abriendo la puerta, salió finalmente del baño. Ambos chicos se miraron y sonrieron.

Había pasado ya un mes desde que Connor había ideado un plan para que ambos pudieran conocer a sus padres. Y hoy finalmente era el día.

Hoy harían el cambio.

Fue un mes bastante movido para ambos. Primero se encargaron de su imagen, ambos se cortaron el pelo de la misma manera y se encargaron también de la vestimenta, Luka le enseño a Connor lo que comúnmente él usaba y viceversa.

Luego vino lo más difícil, actuar como si fueran él otro.

Connor tuvo que lidiar con la torpeza de Luka al jugar vídeojuegos y Luka tuvo que lidiar con la poca prolijidad de Connor al dibujar. Luego de tres días frustrantes, Luka logró dominar la mayoría de la estrategias necesarias en Mortal combat y GTA V, y a su vez, Connor aprendió a dibujar ojos y manos increíbles. O al menos decentes.

Ya lo siguiente fue más fácil, Luka le informó a Connor todo lo que necesitaba saber sobre él, sus comidas favoritas, como hablarle a su padre, su familia y amigos de su padre, los lugares a dónde le gustaba a ir y lo más importante, el como debía tratar a Liam. Y así también lo hizo Connor con Luka, diciéndole que es lo que comúnmente hacían él y Zayn los fines de semana, los amigos más cercanos de su padre, lo que solían comer, y el cómo se comportaba con él.

Estaban listos.

—Bien...—Connor dijo soltando un tembloroso suspiro mientras miraba a su reflejo en el espejo. No podía creer lo que estaban a punto de hacer.

—Esto... uh, se cariñoso con papá Liam ¿Sí? No quiero que porque eres un bruto natural lo vayas a lastimar.—Luka le dijo con notable preocupación y nerviosismo. Connor sonrió y asintió.

—Tú no vayas a hacer muy cariñoso con papá Zayn, no quiero que me mande al psicólogo.—Ambos rieron ante el comentario de Connor.

Se miraron con leves sonrisas y se abrazaron fuertemente. Tratando de calmar los acelerados latidos de sus pequeños corazones.

—Recuerda lo que tenemos que hacer. Tienen que estar juntos de nuevo.—Susurró Luka, y Connor asintió.

El timbre de salida sonó estrepitosamente y ambos chicos se sobresaltaron.

—¿Listo?—Connor le preguntó a su gemelo y asintió, tomando la mochila de su similar, la colgó en su hombro.—Andando.—

Ambos se dirigieron rápidamente a la salida, miraron al estacionamiento viendo como Liam y Zayn esperaban en sus respectivos autos, separados por varios metros de distancia.

—Suerte.—Susurró Connor.

—A ti también, hermano.—Luka le dijo dándole una leve sonrisa. Para así luego, dirigirse al auto de Zayn.

Acomodando la mochila sobre su hombro Connor le dio una leve mirada a su padre, quien teclaba algo en su teléfono, para luego mirar a su otro padre. Una gran sonrisa se coló en su rostro, mordiendo levemente su labio, se dirigió hacia el auto donde Liam esperaba. Con su mano temblando abrió la puerta y se acomodó en el asiento.

—Hola cariño. ¿Qué tal tu día?—El corazón de Connor latió con emoción al escuchar finalmente la voz de su padre. Mirando a su izquierda, sintió la emoción recorrer su cuerpo.

Era él, finalmente estaba con su otro padre, finalmente le conoció.

Tragando el nudo de su garganta, sonrió nuevamente.

—Hola, papá.— su corazón dio un vuelco cuando el castaño le devolvió la sonrisa. Tan reluciente como Zayn mencionó.

—¿Listo para esta semana?— Liam preguntó entusiasmado, había estado esperando estos días para estar con su hijo.

Connor asintió, mirando por su ventana como a unos cuantos autos más adelante Luka subía al coche de su padre.

El diseñador salió a la calle principal, bajo el frío día de la ciudad. Connor suspiró ante el lindo ambiente que su padre amoroso daba dentro del auto, la ligera risa de Liam y los planes de la próxima semana antes que el Día de Gracias llegara y pasaran el día con su abuela.

—¿Qué tal si vamos a patinar el domingo?— Liam estacionó el auto, viendo como su hijo miraba asombrado la casa. —¿Luka?

—Sí, eso estaría bien— Connor aceptó sin darse cuenta, él no sabia patinar en ruedas, mucho menos en hielo.

Eso sería un gran espectáculo.

Ambos entraron a la calidez del hogar, el menor dejó caer la mochila en la entrada y caminó por la gran sala. Liam frunció el ceñ, recogió la mochila y la metió en el pequeño armario que tenían aun lado de la puerta.

Liam se quitó su abrigo, colgandolo en un gancho.—¿Qué quieres comer, bebé?— giró hacia su hijo, quien le miraba con los labios entre abiertos. —Uh, lo siento, olvidé que odias que te llame así.

Connor olvidó lo que su hermano le dijo, no iba a desaprovechar los cariños de su padre. Oir que le llamen así, es como un pequeño fuego en su corazon.

—Puedes llamarme así si te sientes feliz— Connor corrió a abrazar al hombre, rodeando el torso de Liam con sus brazos, enterró el rostro en el pecho, aspirando la loción natural de Liam.

Liam parpadeó un par de veces antes de sonreir, ¿Acaso su hijo echaba de menos ser mimado? El castaño rodeó al niño, acariciando los cabellos cortos con sus dedos.

—Entonces, ¿Qué debo cocinar para ti?— volvió a preguntar, jadeando por el apretón que el castaño menor dio.

—Lo que sea que tenga brócoli con queso amarillo— la voz amortiguada de Connor en el pecho, hizo reír al castaño.

—Me estás llenando de sorpresas, ¿Eh? — Connor se alejó solo para mirar el brillo en los ojos de su padre, confirmando que eran hipnotizadores.

Liam, su padre estaba allí, abrazándole, mirándole con amor que él tanto añoraba por obtener. Sentirse fundido en los brazos del hombre que le dio la vida. 

—Te extrañé mucho, es ese. — Connor se acurrucó en el cuerpo de Liam, controlando las ganas de llorar. Todo lo que su padre Zayn le dijo, fue verdad.

—Oh bebé, yo te extraño todo el tiempo— Liam avanzó a la cocina con su hijo aferrado a él.

Sería la mejor semana para Connor, sin duda.

H&J