capítulo tres

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— ¡Jackson!

Aquel grito logro hacer que el mencionado quitara su brazo del hombro de Mark para ver aquella chica llamada Amber lanzarse sobre los brazos del más alto el cual la recibió con los brazos abiertos mientras esta envolvía sus piernas alrededor de las caderas del rubio para mantener el equilibrio mientras este mismo le daba vueltas.

Un ligero retorcijón pasó por su estómago haciendo que frunciera su ceño, conocía a Amber; ella también era americana y Jackson se la había presentado por videollamada una vez y le había caído muy bien sin embargo su opinión estaba cambiando ¿qué hacía ella en Corea? ¿Qué hacía en los brazos de su cachorro?

Parpadeó rápidamente ante la línea de sus pensamientos; Jackson era su hermano, era obvio que tuviera algo de celos ¿no? Aquello era normal ¿cierto?

— ¿Mark?

Elevó su mirada al notar el ligero brillo de preocupación en los ojos de Jackson mientras que la otra lo veía con algo de diversión; ¿qué mierda le hacía gracia?

— Hola, Amber; un gusto verte.

Murmuró antes de dar unos suaves pasos algo renuente para envolverla en sus brazos en un abrazo tenso pero no duró mucho debido a que la mayor lo estrujó fuertemente en un abrazo más cálido, más relajado separándose después de un rato.

— Nos vemos en el almuerzo para explicarte mi llegada, Jackkie.

Exclamó la fémina yéndose hasta un grupo de chicas la cual una recibió el brazo de Amber sobre su hombro. Eso llamó la atención de Mark, muy pocas veces era visto ese comportamiento entre chicas.

— ¿Vamos?

Giró sobre su eje mirando a Jackson quien tendía la mano, negando un poco tomo la extremidad para correr hasta la parte trasera de la escuela se acercó a este dando un pequeño salto envolviendo sus piernas sobre la cadera del ajeno como lo hizo la mayor.

— No me gusta que otros te digan apodos. Eres mi cachorro, mío.

Susurró colocando su rostro en el cuello del ajeno aspirando el olor característico de Jackson el cual lo estrujo fuertemente en sus brazos; pero aquel abrazo era diferente al que le había dado a la muchacha con su mano libre tomo el rostro del menor alzándolo para mirarlo directamente a los ojos notando como estos se iluminaban como cada vez ocurría cuando el mayor le miraba de aquella manera: Tan directa, tan profunda, como si acariciara su corazón. ¿era normal sentir eso?

— Soy tu cachorro, así como tú eres mi MarkiePooh, solo mío.

Lo escuchó decir mientras pegaba su frente rozando sus narices como sabía que al menor le gustaba. Suspiró fuertemente sintiendo su corazón latir demasiado rápido mientras sus ojos se cerraban y el aroma de Mark se calaba profundamente en su nariz. No usaba loción, pero extrañamente olía a canela; su madre decía quizá que era el hecho de que al americano le gustara la repostería como a ella.

— Te amo, Mark; solo tú, nadie más.

Recitó aquellas palabras que siempre decía cuando Mark creía que lo reemplazaría o cuando juagaban de pequeño diciendo que no quería ser su hermano, pero había algo diferente en aquellas palabras, y ambos lo sabían.

brotherhood ; m.sWhere stories live. Discover now