capítulo ocho.

1.1K 168 22
                                    

Después de una cena silenciosa Jackson caminó hasta su habitación recostándose mirando hacía el techo ignorando esta vez él la mirada intensa de Mark quien le miraba a su lado; estaba algo extrañado por el comportamiento del mayor debido a que este rara vez suele ser callado, reflexivo y concentrado y cuando eso ocurría generalmente lo hablaba con él.

— Jackson.

Llamó en un susurró de voz al rubio quien ladeó un poco su cabeza para verle regalándole una sonrisa; ese tipo de sonrisa que sabía que debía preocuparse por él. El americano se puso de pie caminando hasta la cama de su mayor quien no quitaba sus ojos de encima siguiendo sus pasos; sentándose sobre el colchón se recostó sintiendo inmediatamente como los brazos fuertes y fornidos de Jackson lo abrazaban y lo estrujaba en su cuerpo como si en algún momento fuera a desaparecer.

Colocando su rostro en el hueco entre el hombro y el cuello de Jackson suspiro inhalando con suavidad el olor varonil que este desprendía, inevitable cerro sus ojos dejándose llevar por las sensaciones que aquel aroma producía en su cuerpo. Acomodándose de mejor manera quedó ladeado frente a frente al chino quedando su rostro cerca sintiendo la respiración ajena acariciar su rostro; no había realmente nada diferente debido a que era común entre ellos ese tipo de acercamientos, excepto por los ojos de Jackson los cuales brillaban de aquella manera que siempre lo hacían pero aún con más intensidad, un suspiro inevitable escapó de sus labios cuando sus nariz se encontraron en un beso esquimal haciendo sonreír a su mayor.

Mark cerró sus ojos cuando unos labios suaves rozaron los suyos con miedo, con temor al rechazo; con una delicadeza extrema que lograba percibir todos los sentimientos que Jackson quería transmitirle, tomando las grandes manos de su hermano entrelazó sus dedos una vez sus labios se encontraron en un íntimo encuentro.

Torpe. Esa era la palabra en la que Mark podía definir como sus labios se movían contra los del mayor quien movía sus labios de una manera sutil sin profundizar el beso dando leves succiones a su labio inferior percibiendo en la boca del mismo el ligero sabor a menta de la pasta dental, pero algo dulce; siempre le pareció demasiado cliché cuando leía en sus libros que los labios de la persona que querías eran dulces, pero ahora que podía comprobarlo no podía refutar aquella afirmación.

Impulsándose un poco en su lugar con algo más de confianza atrapó con sus incisivos el belfo inferior de Mark. Sus labios eran suaves, delicados y un poco partidos, pero definitivamente daban una sensación única, era como siempre se lo esperaba; deliciosos, adictivos y curiosamente con sabor a canela. Sacándole un ligero jadeo a su pequeño introdujo su lengua en la cavidad bucal del menor, su mente se encontraba en blanco; necesitaba más de aquel sabor agridulce. Liberando sus manos Jackson llevó las misma a la cadera delgada de Mark acercándolo a su cuerpo quien dejándose llevar por las sensaciones se dejó hacer.

Jadeando un poco Mark fue el primero en separarse, manteniendo sus ojos cerrados pasó su lengua por sus labios chocando accidentalmente con los labios de Jackson quien decidió dar pequeños y suaves besos haciéndolo reír de manera suave. Intima.

Correspondiendo cada beso que este le comenzó a dar empezó a quedarse dormido abrazado a Jackson quien suspiró un poco de felicidad, no quería preocuparse por nada y definitivamente no lo haría, o por lo menos no por ahora.

___ 

Lo siento, soy malo escribiendo ese tipo de cosas. 

brotherhood ; m.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora