Soy Kara Danvers

5.8K 232 26
                                    

Mirarte todos los días al espejo y repetirte que debes actuar lo más humanamente posible nunca se adquirió tanto a una persona de manera literal como a mi. Siempre me tuvieron que recordar que vivir una vida normal mezclándome entre los humanos era algo que debería querer, algo a lo que debería aferrarme. Algo que hasta ahora no entendía pues mi primo, a quien yo debía proteger ya era todo un hombre y no sólo eso, en la Tierra se le conocía como Superman, un héroe que arriesgaba su vida todos los días con grandes enemigos para proteger a las personas que habitaban el planeta. Y durante mucho tiempo debo admitir que me mantenía muy indiferente con lo que a la humanidad le pudiese pasar, es decir, vine siendo una niña que entraba a la adolescencia, no se podía esperar más de mi al momento, ¿cierto?

Cuando mi primo encontró mi nave no me esperé tan "calurosa" bienvenida, y es que no sólo él me había encontrado, recuerdo que iba acompañado por dos personas más, un hombre con un traje tan sombrío que se hace llamar Batman, él es el héroe de Ciudad Gótica, después, a su izquierda estaba una bella pero firme y amenazante mujer con traje de guerrero, claro que poco después mi primo me explicó que ella era la princesa de las amazonas, conocía en el mundo como Wonder Woman y encubierto como Diana Prince. Los tres, los más grandes héroes de este planeta no escatimaron en realizarme toda clase de preguntas, sobretodo el hombre murciélago. Él, hasta la fecha, sigue desconfiando de mi y pese a que Kal-El me intenta tranquilizar diciéndome que su amigo era así y que aún no terminada de confiar en el mismo Superman, me sentía fuera de lugar. Había perdido a mis padres, a mis amigos, a mi planeta, sabía que Kal no me podría cuidar, estaba muy ocupado salvando vidas y fingiendo ser uno de ellos que ni siquiera recordaría de mi existencia en este planeta y vivir con la madre humana de él no era opción. La tía Martha, ella misma me pidió que la llamase así, algo que para mi no representaba nada, no era mi familia y por más que lo intentará no cambiaría en nada.

Poco después Kal me llevo a vivir con una familia compuesta por dos grandes científicos que en su tiempo ayudaron a mi primo a controlar sus poderes adquiridos por el sol amarillo. Llegué a casa de los Danvers y mi depresión no pudo ser mayor cuando me enteré que dicho matrimonio tenía una hija mayor llamada Alexandra, o como ella, un tanto resentida, me pedía que la llamara Alex.

Mi vida se tuvo que adecuar a la de los Danvers, tuve que fingir ser una humana que ignoraba sus grande habilidades, habilidades con las que sólo un humano podría soñar. Pero eso no fue lo más difícil, la convivencia con Alex era bastante forzada, no me hablaba ni siquiera en la escuela, me ignoraba cuando podía para que no le causara vergüenza frente a sus amigos, y claro, nadie la culpaba. Mi vida resultaba difícil cuando tenía al mundo en mi oído volviéndome loca, y que con una mirada podía ver a través de todo, incluso las imágenes tan bizarras del interior de los cuerpos de mis compañeros de case.

Todas las noches tenía pesadillas y todas las mañanas tenía mal humor, que fue empeorando gracias a mi adolescencia, rebelándome siempre contra el hombre al que tenía que decir padre. No imaginaba que después tendría que extrañarlo como lo hago ahora pues después de ser llamado por el FBI para un importante trabajo, no se supo nada de él. Desapareció y lo último que le dije era que el jamás iba a ser mi padre y que yo no tendría porqué ocultarme aparentando ser una inferior humana. Grave error.

Puedo decir que mi relación con Alex mejoró después de eso, ambas nos sentíamos mal con la desaparición de papá. Porque pese a todo, él se comportó siempre como un padre, casi tanto como lo pudo haber hecho Zor-El, mi padre biológico.

Años después lo comprendí, comprendí quién debía ser. Este planeta no sólo me había refugiado, también me había brindado una familia de la que renegué por muchos años y que ahora me siento orgullosa, porque qué importa si finjo ser humana, prefiero eso a someterme a miles de exámenes por parte del FBI, y casualmente, mi hermana mayor, Alex, terminó trabajando ahí.

Supergirl; Hija de KryptónWhere stories live. Discover now