Consuelo

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"Qué lindo es tener una persona con la que puedes hablar del todo, que no te juzga, te entiende y te acompaña en todo"

Narrador Omnisciente.

Yuuri siguió llorando en la soledad de su camerino, mientras dejaba el tiempo pasar lentamente. Se sentía tan triste y solo, pero sabía que nadie iba ir a consolarlo.

Jean ni siquiera daba luces de aparecer.

Los insultos seguían guardados en su cabeza. Cada vez que se limpiaba los ojos y se decidía a dejar de llorar. Los recuerdo llegaban y las lágrimas volvían a bajar. Un ciclo que parecía no querer terminar.

Trató de marcarle a Jean miles de veces. Necesitaba a su amigo más que a nadie, pero por más que quería comunicarse con el, su teléfono lo llebaba al buzón. ¿Por qué su amigo no podía responderle?

Realmente lo necesitaba.

Abrazo con más fuerza sus rodillas y escondió su cabeza en estas. No entendía el por qué todos lo odiaban. ¿Realmente, qué había hecho mal? ¿Cuál había sido el pecado, por el que todos lo condenaban?

Viktor, Sara, Chris...todos lo odiaban y lo mal miraban.  Era algo sorprendente como todo había cambiado entre ellos desde el día de las audiciones, cuando apenas estaba conociéndose. El japonés aún podía recordar la forma en la que Chris habia entablado platica con él y todas las burlas que habían logrado sacarle una sonrisa.

También recordaba cuando había apoyado a Sara cuando le contó sobre la ruptura con su anterior pareja y sobre todo como Viktor había sido su primer amigo al pisar el auditorio. Claro que sin contar a Jean.

Si se llevaban bien en esos momentos ¿Por qué ahora ya no?

O quizás había sido algo que cometió en el pasado y por eso ahora Dios lo castigaba de esa manera. ¿Había sido por irse de casa? ¿Por no hacer caso a lo que querían sus padres? o simplemente ¿Por seguir sus sueños?

Jamás fue una mala persona. Era amable y respetaba a todos. Hacia las cosas correctas,  trataba de evitar los errores y si algo salía mal siempre aprendía de ello. Pero entonces... ¿Por qué la vida lo trataba como si fuera un pedazo de mierda?

Unos golpes a su puerta lograron hacer que levantara su cabeza. Alguien estaba tocando de manera lenta y calmada. Yuuri se levantó y limpio sus ojos con las mangas de su suéter. No preguntó quién era, la idea de que fuera Jean estaba en su corazón y lleno de esperanza abrió la puerta de su camerino.

—Je... —Se calló al ver a la pelirroja que tenía enfrente—. Mila.

—Yuuri yo... —Hablo la pelirroja con nerviosismo—. ¿Cómo estás?

—Mila si me vas a insultar sólo hazlo y vete —Respondió ya cansado de todo.

—Yo no te voy a insultar —Aclaró con honestidad, sorprendiendo al japonés—. No soy como los idiotas que están por allá.

— ¿Entonces, qué haces aquí? —Preguntó confundido.

—Realmente quería saber cómo estabas —Respondió con sinceridad—. Te fuiste corriendo hace rato y me preocupe por ti.

— ¿Preocuparte por mí? ¿Por qué tendrías que hacerlo? —Preguntó con ironía.

—Yo no pude detenerlos antes y ellos te dijeron cosas horribles.

Los ojos de Yuuri comenzaron a cristalizarse.

—Yuuri no llores por favor —Mila sintió pena al ver a su compañero de trabajo así—. Ellos no merecen tus lágrimas.

Tras las Cámaras [AU] [Viktuuri]Where stories live. Discover now