Capítulo 5

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El entrenador apenas y podría recordar el lugar al que se dirigía antes de comenzar con su persecución, una mano cubierta tocó su hombro pequeño por detrás, la adrenalina de los acontecimientos había desaparecido así que soltó un grito demasiado alto por algo tan mundano.

Un joven con antifaz le devolvió la acción una vez que lo tuvo enfrente, de vestimentas en extremo formales pues vestía incluso una capa de color rojo apagado en contraste con su saco azul marino con juegos de estrellas.

—Vaya no sabía que aquí saludaran de esa manera—el joven de antifaz miró con extrañez a la persona asustada frente a él.

—Lo siento mucho— comenzó a disculparse el joven de cabellos castaños claros.

El extraño sujeto dió pasos alrededor de su presa, dirigió sus manos con guantes a su barbilla de rasgos finos de tez blanca incluso más que la de Naru, asintió en muchas ocasiones para después sacar una libreta de mano con una pluma dorada de manzana para garabatear. Los movimientos incrementaban hasta convertirse en un torbellino invisible alrededor del entrenador que lo observaba cada segundo más extrañado.

—Disculpa...

—¡Guarde silencio! de lo contrario no podré concentrarme—explicó.

Los sentidos de Naru regresaron al callejón para guardar la esencia de la persona de blanco, sin embargo, el chico alto de cabellos rizados negros por fin se había detenido en seco para decirle algo de frente.

—Discúlpeme pero...

—Dime-contestó sin prestar mucha atención.

— ¿Serías mío? —dijo con ojos brillantes.

—... ¿Disculpa? -reaccionó asustado y con la cara roja hasta las orejas.

—Por fin tengo tu atención, lo siento.

—Eso es acoso sexual-mencionó Abbie llegando a la escena.

Su cabello rubio resaltaba en medio de la noche, sus ropas estaban hechas un desastre a causa de la tierra y el lodo que se liberó en la batalla, su cara reflejaba su descontento solo pensaba en cómo hacer pagar a su nuevo amigo por abandonarla en medio del combate.

—Señorita reportera, un placer volver a verla-el extraño posó de adoptando una postura exagerada y puso su mano derecha enfrente de su rostro—sabía que nuestros destinos estaban atados por un tercero.

—Deja tu personaje Vincent-Volteó con Naru aun en shock— y tú... ¿puedes reaccionar?

Los iris de su entrevistado más reciente se habían tornado en torbellinos sin fin, su confusión le parecía demasiada hasta para ser un chico del campo, al menos por su forma de hablar de la ciudad, eso era lo que dedujo.

-Los chicos de la ciudad también son demasiado directos-hizo una leve reverencia-disculpa pero no creo poder corresponder a tus sentimientos.

-Tranquilo, él solo es un... un... ¿algo?

- ¡Sin piedad!- Vincent tocó su pecho y soltó un gruñido de dolor -pensé que nuestro lazo significaría algo.

-Solo bromeo, lo siento-"o eso me gustaría decir", pensó- de cualquier forma tiene asuntos pendientes conmigo.

La conversación se alargó por algunos minutos hasta que optaron por ir a una tienda de té de la zona central de la ciudad, esta vez por cuenta del chico que parecía tener dinero de sobra, Naru estaba incomodo; no por el hecho de descubrir que su nuevo acompañante fuera un coordinador como él, o que su reportera de cabecera lo obligará a intercambiar números de contacto, tampoco de que la bebida costosa fuera decepcionante en contraste con la de hace un rato aunque antes nunca le prestaba atención a esas pequeñeces, ni si quiera de los rumores de la cancelación del Gran Festival por acontecimientos recientes.

Pokémon: Sweet and Bitter StepsWhere stories live. Discover now