Capítulo 16.5

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Adachi no podía dejar el caso en manos de unos amateurs, pero su jefe había querido que mantuviera su distancia de este caso.

—La carnada de los mocosos no funcionó—dijo mientras rascaba su cabeza—¿Qué sigue?

—Yo no diría eso—intervino Hoover—creo que nos fue mejor de los pensábamos.

Los otros dos oficiales se mantenían atentos a las palabras de la leyenda de la policía, sus casos eran míticos desde la detención de la expansión del equipo rocket y el retiro de uno de sus casinos hasta la detención de un bombardero y las principales rutas de desembarque de pokémon cazados de manera ilícita.

El hombre maduro se enderezó de su asiento acojinado, estiró sus músculos para alcanzar un plumón de la mesa y se puso a escribir en el pizarrón blanco lleno de los reportes y fotografías de los niños secuestrados, un antes y después siendo el llamado niño "E" la leyenda urbana con la que el criminal se hizo famoso.

—Scott y Lucas, ¿Por qué ataca niños?

—Porque está loco—dijo Scott.

—Porque son presas fáciles—contestó Lucas.

—Adachi, tu que dices.

—Normalmente es porque son débiles, no tiene la fuerza para someter a un adulto.

—Correcto. Desde el incidente en la región de Kalos en el llamado caso Chambers, el culpable fue un dependiente de una tienda que se dedicaba a seguir entrenadores; los amordazaba, cubría sus ojos y los obliga a comportarse como orugas.

El comisionado paseó por el cuarto de paredes delgadas con ventanas reforzadas de vidrios de resistentes polímeros.

—Estudiamos al sujeto en la academia, gracias al tipo y a otros casos presentados en la sede central se elevó la edad mínima para ser un entrenador—complementó Lucas.

—Sí, recuerdo la clase, el tipo era un escuálido tonto.

—Estamos tratando con un varón de entre los veinte y treinta años como máximo—afirmó Hoover.

Los agentes se quedaron sorprendidos por la falta de evidencias que habían dirigido a esa conclusión. Los detectives recién ascendidos estaban derramando su café en suelo desde su boca, Adachi solo rió y se puso a buscar algunos nombres en la base de datos central por medio de un dispositivo especial solo asignado a agentes de medio y alto rango.

Antes de poder articular alguna pregunta.

—¿Cómo puede decir eso?

—Los hombres mayores de treinta años ya tiene hijos, y por lo que vemos este sujeto ve a los niños como objetos lejos de personas. Por lo podemos decir que es un hombre que tuvo una infancia difícil, violencia o abandono. Una persona con un hijo en casa sería fácil de notar por los sistemas de seguridad en hogares con niños menores de diez años, además de que por su pasado una relación sería difícil de lograr.

—Vaya—dijeron los agentes.

En la mesa principal aterrizaron dos carpetas con nombres, archivos y otras cosas de la investigación, los nuevos detectives vieron una pila de documentos en un folder de color paja más grande que un cuaderno.

—Reúnan a los demás—ordenó Adachi.

Los chicos se fueron con los documentos que tendrían que repartir para comenzar con la junta del pequeño equipo que se había logrado juntar. Muchos de los policías en servicio temían por el bienestar de sus familias si investigaban en este asunto, por lo que la mayoría del equipo eran jóvenes inexpertos.

Pokémon: Sweet and Bitter StepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora