Capitulo 8

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Bill.

No pude dormir hasta que por fin Dipper se relajo, eso fue ya hasta las 04:00 am que terminaron las patrullas de control de animales.

Por la misma razón nos levantamos tarde de igual manera se nos iba a hacer tarde para nuestra cita con mi amiga para que le hiciera su ropa.

Pero ahora tengo un problema, él no quiere salir de la casa...

—¡¡Pino, vamos!! ¡Debimos haber estado ahí hace una hora! —Gritaba tratando de sacarlo bajo la cama, pero jamas lo alcanzare, del piso y la madera de la cama solo hay 8 centimetros de diferencia. ¿Cómo se metio ahí? Se convirtio totalmente en gato.

—¡No me llames así! —Me gruño — ¡No hire! —Dijo desviando su vista, justo estaba en la mera esquina pegado a la pared, y apesar de esto siento que se ve muy lindo y adorable.

—¡Ven aquí ahora! —Ordené, ironica e inutilmente trataba de acercarme  o más bien alcansarlo con mi brazo que literalmente era lo unico que podia entrar si yo estaba tirado en el suelo.

—¡No! —Inflo sus cachetitos peluedos, awww cielos morire de ternura...si se ve hermoso luciendo mitad humano, ahora como un gatito peludito cafe, sus bigotitos blancos...hace que al hacer un puchero así cualquiera muera de ternura — ¡No hire!

Suspire, no tengo de otra — Bien. —Dije firme — Pensé que...ayer tú ya me tenias confianza, como veníste a mi llorando para que te preotegiera...yo creí que...¡Ya no importa! ¡Ya no importa nada! — Fingía estar llorando, ya me habia levantado y estaba dandole la espalda a la cama.

—Le dire a Alejandra que...cancele ese pedido...y que...me-me perdone...que aun así pagare ese gasto inecesario...Pe-pensé que ya confiabas en mi...—Camine un poco, vi de reojo y tal como supuse el se estaba asomando, que tierno... Sus ojitos estaban un poco cristalizados estaba sintiendo la culpa — Ya...—Suspire — I-ire a la cocina...—Camine hasta la puerta.

—B-bill...—Sonreí, voltee y el ya estaba fuera de la cama, a la mitad del cuarto sentado con sus orejas caídas —P-perdon...—Sollozó.

Este gatito es hermoso, lo mire sonriente, camine hasta él, me inque y abrace — Ya.. Tranquilo no pasa nada —Le susurre.

           En conclución: gané.

























—¡¡Bill!! — Me llamó Dipper, solo sonreí.

—¡Tienes que calmarte! — Dijo Alejandra tratando de seguir haciendo eso con la aguja y la tela que trae puesta Dipper.

Para ser sincero, no me gusta verlo atado...pero si no seria la cuarta vez que escapa y lo capturemos. La primera vez lo atrapo Alejandra, entonces cerramos la puerta principal, después lo capture yo, así que cerramos las ventanas, después tuvimos que cerrar el negoció bajando las cortinas de lamina, porque aun no sabemos como se salio. Alejandra tuvo que ponerle una correa de hierro, por suerte en este mundo no soy el unico que piensa que ellos no deben de ser tratados de forma horrible, por eso ella no usa las correas Taty si no las de antes.

—Bueno, ahora tengo que hacer las medidas de tu cola — Dijo alegre, ví como Dipper se sobre salto al ver que iba a tocarla y al intentar huir se arco cayendo al sobre una mesita llevandose a Alejandra con él, donde ambos se llenaron de comida y refresco.

Ahora que lo pienso, yo nunca le he tocado su cola, cuando lo bañe el se la lavo, pero no dejo que yo la tocara —¡¿Estan bien?! —Dije, levantandome y yendo hacia ellos, ayude a Alejandra y luego a Dipper.

Note que se estaba arrepintiendo de sus actos, a tal punto que sus orejas y cola estaban caídas — Y-yo... No qui-quise...—Comenzo a temblar.

Yo de igual forma me sentía avergonzado, hasta que Alejandra comenzo a reirse lo cual nos extraño y sorprendio a ambos — ¡¡Cielos...!! ¡Esto me recuerda a cuando adopte a Dylan! — Dijo entre risas — Ahh...

Pino [Billdip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora