VIII: Fantasmas del pasado

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En el templo de Aslan reinaba la tristeza y el odio, en ese plan fallido habían perdido a tantos amigos, compañeros y familia. Todo gracias a esos seres humanos despreciables como lo eran los telmarinos y en especial su líder el Rey Miraz.

Este despreciable hombre había sido coronado rey de Narnia y ahora más que nunca los narnianos debían luchar por su libertad.

Luego de la discusión afuera del templo Caspian decidió ir a la sala de la mesa de piedra, donde también se encontraban los tapices de cuando los Pevensie habían reinado Narnia. Caspian observaba los tapices pensando en todas esas muertes que ahora llevaba sobre sus hombros, todos esos narnianos inocentes que solo luchaban por su libertad.

Derrepente Caspian ve aparecer junto a él a Nikabrik.

- Aún te alegras de haber usado el cuerno, muchacho? - Preguntó Nikabrik con su voz oscura y mirada sería - Tus reyes y reinas nos fallaron

Nikabrik se acercó lentamente a Caspian, este trato de alejarse del enano.

- No - Dijo firme Caspian -

Sin embargo en el rostro de Nikabrik se vislumbraba algo más que solo molestia o tristeza, su rostro expresaba codicia y poder, unas cualidades muy peligrosas.

- Haz perdido más de la mitad de tu ejército y pronto les seguirán todos los demás - Dijo cruelmente Nikabrik -

- Que quieres que te diga? - Preguntó molesto Caspian, el odia que le reclamen sus fallos -

- Quieres la sangre de Miraz? Yo igual. Quieres un trono? Lo conseguiré para ti - Nikabrik comenzó a caminar hasta posarse en frente de la imagen de Aslan tallada en la pared de piedra -

Caspian observo la inmensa imagen de Aslan y sintió un profundo respeto hacia el, sin embargo Caspian se sentía cada vez más confundido y las palabras de Nikabrik hacían cada vez más efecto en el.

- Usaste un antiguo poder y fallo, pero puedes llamar a un poder mayor que mantuvo a Aslan fuera por casi 100 años - Nikabrik caminaba alrededor de Caspian ocasionándole mareos -

Derrepente en la sala se comenzaron a escuchar gruñidos, Caspian desenvainó con rapidez su espada y apuntó a todos lados -

- Quien está ahí? - Preguntó firme -

- Yo soy él hambre y también la sed - Dijo una voz monstruosa acercándose -  Puedo ayunar 100 años y no morir

Poco a poco dos presencias se acercaron a Caspian, ambas con capuchas cubriéndolos por completo.

- Puedo dormir 100 noches en el hielo sin congelarme. Puedo beber un río de sangre sin reventar - La criatura que hablo se quitó la capucha y era un lobo de pelaje negro -

La otra criatura que no hablo también se quitó la capucha y era un animal simplemente horrible, era completamente desagradable, por lo que Caspian trató de evitarlo lo más que pudo.

- Lo que odias nosotros lo odiamos también y nadie odia mejor que nosotros - Dijo la criatura horrible -

- Entonces me garantizan asesinar a Miraz - Dijo Caspian con desconfianza -

- Y más - Dijo Nikabrik con una sonrisa tenebrosa -

- Hagan el círculo - Dijo el lobo, la horrible criatura dibujo un círculo en la tierra alrededor de Caspian -

Caspian se ponía cada vez más inquieto, algo dentro de el le decía que esto no estaba bien y que se arrepentiría, sin embargo otro parte le decía que solo no lo lograría y que necesitaba ayuda.

The Return | Edmund Pevensie |Where stories live. Discover now