IX: El duelo

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Hoy era el día, hoy se llevaría a cabo el duelo entre Peter y Miraz, hoy era un día importante para los narnianos.

Hoy marcaría un antes y un después en la historia de Narnia. Era el fin de una larga época de dolor y terror, hoy se definiría el destino de un reino y miles de criaturas que confiaban en ellos, en sus reyes de antaño.

Los antiguos y siempre reyes de Narnia.

Freya

Sentí como la cama se movía a mi lado, decidí abrir mis ojos y observar a mi esposo, Edmund. Este se encontraba sentado en la cama mirando hacia la pared de en frente.

De algún modo lo entendía, hoy tal vez podría comenzar una guerra y nadie sabe si saldríamos victoriosos o siquiera si viviríamos para contarla.

Lo más importante es que de alguna u otra manera hoy se acababa la represión en contra de los narnianos y al fin podrán ser libres.

Quite la sabana que cubría mi cuerpo y lentamente me acerqué a mi esposo, rodee su espalda con mis brazos y apoye mi cabeza sobre su hombro.

- Buenos días cariño - Dijo Ed volteándose hacia mí -

- Buenos días Ed, ¿cómo estás? - Le pregunte sentándome a su lado -

- La verdad tengo miedo, tengo miedo de que al final nada salga bien y terminemos muriendo aquí, tengo miedo de que nuevamente les fallemos a los narnianos - Me dijo mirando hacia el suelo, suspire -

- Cariño es inevitable sentir miedo ya que yo también lo siento, pero debemos tener fe y ser fuertes, saldremos de esto - Alce su rostro con mis manos y lo obligue a mirarme fijamente - Te amo Edmund y saldremos de esto juntos, te lo juro

Sentí la mano de Edmund acariciando mi mejilla y luego sus labios sobre los míos, le devolví el beso con mucha ternura.

- Vamos Ed, debemos prepararnos - Le dije levantándome de la cama -

- Está bien - Dijo el estirando sus brazos -

Entre al baño e hice todas mis necesidades, luego me di un baño y salí finalmente con una toalla envuelta en mi cuerpo, Edmund se encontraba sentado en la cama jugando con Henrik, el cual al verme comenzó a reír y estirar sus brazos.

- Anda a arreglarte Edmund - Le dije de nuevo, fui hasta el y agarre en mis brazos a Henrik -

Edmund se levantó de la cama y entro al baño, con un poco de dificultad saque de mi baúl un vestido, coloque a Henrik sobre la cama y rápidamente me coloqué mi ropa interior junto con el vestido.

Me coloqué también unos zapatos y en mi cabello hice una trenza para que no estorbara.

Edmund salió del baño y rápidamente se vistió y peino su cabello.

Yo por mi parte cambie a Henrik y ya estábamos listos, los tres salimos de la habitación y fuimos hacia el pequeño comedor, ahí se encontraban ya Susan, Peter, Lucy y Caspian.

Antes de ir hacia dónde se encontraban todos le entregue a Henrik a una dríada la cual se encargaría de el durante la batalla, se encargaría de protegerlo y si todo salía mal también escaparía con el y se encargaría de que tuviera una larga y feliz vida.

The Return | Edmund Pevensie |Where stories live. Discover now