PARTE 2

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N/A: ¡HOLAAAAA! Ya estoy otra vez por aquí ;)

No, no he ignorado todas vuestras peticiones de una continuación. Sí, lo he mantenido relativamente en secreto a modo de sorpresa. No, no estáis locos. Sí, este fic tenía otro nombre antes. No, no he cambiado nada del primer capítulo.

Sigue siendo lo mismo que leísteis en año nuevo (o a lo largo de todos estos meses), solo que, para continuarlo, tenía más sentido que cambiase el nombre del fic por algo más genérico que me permitiese alargarlo. Tengo pensados tres capítulos nuevos, ¿y quizá un epílogo?, eso ya dependerá de cómo vaya viendo que se desarrolla la historia, porque tiendo a no hacer ni caso de la dirección pensada inicialmente jeje.

Ahora, cada capítulo tendrá de título el verso de una canción. El del primer capítulo sale de una de Alessia Cara, "Here". El de este capítulo, viene de una de Noah Cyrus, "Stay Together". Siguen estando narrados en segunda persona desde el POV de Beca yyyyy creo que eso era todo lo que tenía que decir. Por lo menos lo importante :')

¡A leer!

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PARTE 2: WOULDN'T IT BE NICE TO STAY TOGETHER FOR THE NIGHT?

Chloe no suelta tu mano en ningún momento.

Creías que, una vez no necesitara seguir tirando de ti para que te pusieras a su altura, la dejaría caer. Pero sus dedos dan un excitado apretón a los tuyos mientras bajáis juntas las escaleras de cemento de la entrada de su edificio, y la sonrisa que te regala es tan sincera y brillante que resulta casi cegadora. Estás segura de que la ciudad entera de Los Ángeles podría alumbrarse solo con su sonrisa.

Las calles no están tan vacías como esperabas. Cada vez más gente abandona la privacidad de sus casas para lanzarse a ellas, haciendo sonar matasuegras, gritando a todo el que esté interesado – y los que no – que tenga un feliz año nuevo y, en general, celebrando la llegada del 2017 por todo lo alto.

Ves a más personas con las ridículas gafas luminosas que lleva Chloe puestas, las que consiguió del chico, y una gran variedad de sombreros de todas las formas y colores. Algunos hasta suenan con villancicos.

No puedes frenarte de poner los ojos en blanco.

- Oye – te regaña Chloe, aunque su sonrisa se mantiene y sus ojos brillan con diversión contenida tras las luces cambiantes de sus gafas –. No me obligues a convencer a alguien de que me dé su gorro cantarín.

Ríes, y alzas la mano que tienes libre en una señal de paz. No dudas ni por un segundo de que la pelirroja sea capaz de cumplir su amenaza. Tampoco dudas ni por un segundo de que, quien sea su víctima, terminará dándole todo lo que ella le pida y más.

Al fin y al cabo, tú has estado en esa posición.

Sigues estándolo.

Tú nunca celebras fin de año. Normalmente huyes del fin de año. Haces las maletas y escapas, literalmente, a otra ciudad o país al que ninguno de tus conocidos pueda seguirte para arrastrarte de vuelta y obligarte a celebrar algo que odias con toda tu alma.

Bueno, quizá decir que lo odias es excesivo.

Es solo que... No le ves el atractivo. Para ti, el 31 de diciembre y el 1 de enero son días normales. Como el resto de los 363 días del año.

No entiendes las fiestas, ni el arreglarse como si fueras a una boda, ni los besos a medianoche, ni el que te juzguen como intentes marcharte pronto de la fiesta. No entiendes los gorritos cantarines, ni las gafas luminosas, ni brindar por otro año de mierda que acaba de comenzar. No entiendes la lista de propósitos que nunca nadie cumple, ni el estar pegado al móvil para ser el primero en anunciar el año nuevo en vez de disfrutar de las personas que están ahí contigo, ni que gente de la que llevas siglos sin saber nada de repente te manden un mensaje de felicitación y se enfaden contigo como no lo respondas.

SerendipityWhere stories live. Discover now