Capitulo 11

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—Ve a la zona de negocios—Sage señala hacia el pasillo final sin observarme—. Sonríe, se gentil y sobre todo se profesional. Borra esa actitud simple y poco atractiva. 

Veo que aún no le agrado

Suspiro bajo y ruedo mis ojos, el hombre me mira de reojo y yo aprieto mis labios avergonzada por mi gesto. Golpea su lápiz en los papeles que observaba y hace un gesto con sus ojos para que salga. Sonrío inocente y salgo a la barra donde se encuentra Anne y Ty, el último sonríe con complicidad al verme.

—¿Aún no le agradas?—me encojo de hombros y el ríe burlón—. Tu no eres para cualquiera nena, tal vez te pareces a su ex. Anne y yo le agradamos, seguro eres tu. 

La morena ríe bajó por su comentario mientras limpia la barra, se gira y niega.

—Si le agradara me daría el aumento que le pedí hace un mes, dos idiotas me han tocado el trasero y para Sage son accidentes que pasan—se queja cruzando sus brazos. Elevo mis cejas incrédula y aprieto mis labios evitando reír—. Merezco ese aumento.

Por favor que no me suceda a mi

Cuando acepte trabajar en el bar pensé que era una mala idea pero no ha sido tan malo, hablar con Ty y Anne es agradable y me ayuda a relajarme.

—Deberías dejar de comer tantas donas de jalea y así dejara de crecer—el castaño ríe entre dientes y Anne lo golpea haciéndole callar. Una carcajada sale y cubro mi boca al ver que la morena eleva una ceja.

—Espero no llegar a tener que pedir un aumento por los traumas de alguien que le gusta tocar de más—murmuro con diversión. Me inclino debajo de la barra y tomo un delantal—. Iré a la zona de negocios.

Al colocarlo salgo de la barra y camino por las mesas, busco en los bolsillos las cosas que necesito.

—¿Te envía a la zona de negocios y no le agradas? Que contradictorio, en esa parte dan las mejores propinas—me sobresalto cuando Ty aparece a mi lado—. Aún eres la nueva, no te robes mis clientes. Tuve que coquetear mucho para tener la reputación de alguien que sólo recibe grandes propinas.

—Ty deja de ilusionar a las pobres—formulo sonriendo hacia el castaño, el sonríe de lado mientras niega.

—No tengo la culpa de que quieran a este candente castaño y no lo puedan tener—niego divertida girando mis ojos. El se acerca y pellizca mi mejilla, me quejo alejando mi piel de sus dedos—. Gracias por ayudarme nena. Fue algo triste pero tengo esperanzas.

Sonrío sincera mientras paso mi mano por mi mejilla y el desvía su mirada al suelo.

—Si es para ti volverá y sino encontrarás a alguien mejor que ese rubio perfecto creado por los ángeles—el dirige su mirada a mi, abre sus ojos sorprendido y yo elevo mis manos—. ¡Lo siento! Es la verdad, pero el punto es que será mejor que el.

—Gracias por ayudarme a superarlo—murmura con sarcasmo. Me acerco y coloco una mano en su hombro.

—Era una broma pero lo de encontrar a alguien mejor es verdad—susurro sonriendo con amabilidad.

—Tengo una idea—me detengo al llegar a la puerta de la siguiente zona. Quedo frente al agraciado rostro de Tyler—. Deberíamos salir tu y yo, encontraremos un chico para ti y diversión para mi.

—Cuando quieras pero nada de chicos para mi o intentar emparejarme—el gira sus ojos y cuando esta por decir algo me adelanto—. Una noche tranquila, nada de fiestas excesivas o a un club. Tengo clases y ya se aproximan los exámenes finales.

—Aguafiestas—susurra haciendo un gesto aburrido—. Tendré que cambiar eso.

Muerdo el interior de mi mejilla y me giro negando

 Wade O'Connor Where stories live. Discover now