C11: Te amo

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Una reunión de investigación era tediosa y aburrida para la gran mayoría de los héroes principiantes. Estaban acostumbrados a salir a repartir golpes a todo sujeto loco que quisiera pasarse de listo y después simplemente volver a casa, ver una película y dormir rogando que otro sujeto loco no saliera con otros locos a romper la paz de la noche. Y luego estaban otros días en los que tocaba sentarse frente a una gran pantalla con un sujeto parlanchín que decía ley tras ley y dato tras dato como un loro.

Para Todoroki no era agotador, la mayoría de datos entregados eran importantes y útiles para atrapar villanos de alta calibre, verdaderos problemas para la sociedad que ponían en peligro a un montón de civiles inocentes.

Yaoyorozu compartía su juicio y nunca faltaba a las investigaciones, por eso se extrañó bastante al verla llegar tarde junto a Kaminari al oscuro salón. Se lo esperaba del rubio, más no de ella.

Cuando miró a ambos en forma de pregunta, sin hablar para no hacer ruido, Kaminari rió llevando ambas manos tras su cuello claramente relajado y divertido, mientras Yaoyorozu simplemente llevó un dedo a sus labios en señal de silencio para después señalar la puerta.

Le explicarían luego.

O eso entendió.

Porque lo que ahora sucedía no parecía ser una explicación. 

Yaoyorozu le había entregado una sencilla caja de pokys con una nota doblada y pegada encima, sin decir absolutamente nada.

—¡No pongas esa cara! ¡Es una caja de pokys, no una bomba! —Kaminari rió de forma escandalosa, llamando la atención de algunos héroes que pasaban por ahí. 

—No es eso, es solo que no comprendo.

Yaoyorozu suspiró con una ligera sonrisa en sus rosados labios.

—Es de parte de Midoriya-san. —Señaló la caja sin dejar de sonreír, le parecía que era un lindo detalle—. Tuve un mensaje antes para recibirlo por ti. 

—Pero hoy Izuku está en la parte opuesta de la ciudad.

—¡Hombre, esa caja pasó por mucho antes de llegar aquí! Midoriya se la dio a Uraraka, ella se la pasó a Tsuyu, fue a parar con Sero, luego con Kirishima, él se la entregó a Jiro y ella la trajo hasta acá para dársela a Yaomomo.

—¡Fue un lindo y efectivo trabajo en equipo! —anunció Yaoyorozu con ambas manos cubriendo su boca, enternecida por la unión de sus compañeros—. Ah, pero ninguno de nosotros tuvo permitido leer la nota.

Shoto miró fijamente la caja, había veces en las cuales no entendía a Izuku, pero aquel detalle era algo realmente tierno, lo suficiente como para alegrar su día a pesar de lo lejos que estaba de él. Sin perder más el tiempo, despegó la cinta adhesiva del paquete y abrió el pequeño trozo de papel.

Solo eran dos palabras. Sencillas y directas, aunque la escritura se veía claramente hecha por una mano temblorosa.

¡Te amo!

Solo eran dos palabras que causaban estragos grandes en su interior.

—¿Qué dice? La curiosidad me está matando.

—Kaminari-san, no se debe preguntar algo así. Es algo claramente privado —le reclamó Yaoyorozu.

— ¿También es privado el collar que antes no tenías puesto? —Kaminari señaló el sencillo colgante de la chica la cual lo cubrió enseguida—. Huele a regalo romántico.

• Cotidiano • [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora