Bakuseiga

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Inuyasha recargó la cabeza de la castaña en su pecho, limpiando con su pulgar la sangre de una cortada en su mejilla.

—Kon... Nichiua... Inu...—Dijo débilmente al verlo.

—No hables, tienes que guardar tus fuerzas. Los chicos están aquí.

"Kagome..."

Escuchó los gritos de Sango, Miroku y Shippo llamando a Kagome, quién parecía estar en shock.

El rostro del hanyou observó con miedo a la azabache a unos metros de ellos.

"No..."

Kagome... No...

—No hables.—Le ordenó Inuyasha y mordió su muñeca con fuerza, haciendo que de su herida saliera un hilo de sangre.—Bébela.

Sintió cómo ese líquido con sabor metálico pasaba a través de su garganta, seguido de una pulsación en su cuerpo que acabó con las fuerzas que tenía.

Cayó inconsciente después de transformarse.

Magatsugi frunció el ceño al ver el cambio de la humana.

"Interesante"

Sesshomaru vió como la castaña caía desmayada en los brazos de su hermano menor, convertida en hanyou de nuevo.

Magatsugi aprovechó que el Inu youkai estaba distraído y lo atacó, encerrándolo con sus extensiones, impidiendo que escapara.

El peliplata gruñó. Magatsugi tenía razón, se estaba volviendo débil, tenía que ganar esta batalla o sino perdería su orgullo, su honor...

"Deja de ser tan malditamente orgulloso... Eso no lleva a nada bueno." Llegaron a su mente las palabras de la castaña. Y la imagen de ella sonriendo a pesar de sus heridas lo golpeó de repente. "Confío... En tí."

No, no se iba a dar por vencido así de fácil, lucharía, no dependería de nadie, ni siquiera de Tesseiga, el lucharía para ganar todas las batallas que se le pongan en frente... Todas con tal de que en ninguna aquella humana salga lastimada.

Nunca más.

**

Inuyasha y sus amigos vieron como una extraña energía rodeaba el lugar donde debería estar el brazo de Sesshomaru, observaron como este lanzó aquel poder destruyendo casi en su totalidad a Magatsugi.

Al ver que estaba en desventaja, Magatsugi miró por última vez a Sesshomaru antes de crear una distracción y huir de ahí.

—Es Totosai.—Dijo el hanyou al ver al youkai herrero acercarse a su hermano, quién observaba la espada que había en su brazo.

Tenía de vuelta su brazo.

—Esta es Bakuseiga, una espada que no fue creada por su padre.—Explicó el herrero.—Al haber renunciado a tu deseo por conseguir a Tesseiga has conseguido que tu espada este completa. Gracias a eso recuperaste tu brazo y superaste los poderes que tuvo tu padre mientras aún vivía.

El Inu youkai sólo escuchaba, sin decir una sola palabra, observando su nueva espada... Una espada con la que venció a un enemigo al cual no podía ser capaz de vencer. Una espada con la cual ahora superaba los poderes de su padre.

Si, renunció a Tesseiga. Renunció a su orgullo para poder salvar a esa humana de ojos color tormenta... Esa humana, sin darse cuenta, lo había ayudado a tener a Bakuseiga, a devolverle su brazo...

—¡Azul!—Gritó la miko del futuro cuando volvió en sí. Corriendo hacia dónde estaba el hanyou con la castaña mal herida en brazos.—Su brazo... Esta...—Se cubrió la boca al ver las heridas en su brazo, tenía unas ganas inmensas de llorar.—Hay que llevarla con la anciana Kaede pronto, tenemos que curar sus heridas.

Esa chica extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora