El ataque de Kikyo

2.2K 273 8
                                    

La castaña reaccionó a tiempo y partió en dos la flecha.

-¡¿Qué haces?!-Gritó alterada, cortando las flechas que la miko de barro y huesos lanzaba hacia ella.

-Voy a sellar tu poder espiritual.-Respondió sin dejar de lanzar sus flechas.-Si tanto quieres estar con ese youkai, dejaras de ser una miko, es lo mejor.

-Ni una mierda.-Frunció el ceño al darse cuenta que la miko ahora lanzaba flechas con más lentitud.

Algo no estaba bien.

Notó que Kikyo desvió por un instante la mirada al suelo, la castaña hizo lo mismo y se sorprendió al ver que a su alrededor se estaba formando un círculo con una estrella de 5 picos.

Así que así era como le quitaría sus poderes... Eso no lo iba a permitir, no iba a dejar que aquella "mujer" se saliera con la suya.

Dejó que parte de su poder espiritual saliera, provocando una leve ventisca y borrando casi en su totalidad el círculo alrededor de ella.

-No dejaré que hagas lo que se te venga en gana. Son mis poderes y yo decido que hacer con ellos.-La respuesta de la miko de barro fue una flecha. Apenas y pudo esquivarla.

"Espero y Shippo llegue pronto con los chicos." Pensó la castaña.

Sango y Miroku le serían de bastante ayuda pues, no sabía que hacer, después de todo ella era la antigua miko de la aldea, una miko muy respetada y querido por los aldeanos, por Inuyasha... Agradecía mentalmente a los chicos por persuadir a Inuyasha para que fuera con Kagome a su época, ya que según ella tenía que hacer unos exámenes antes de salir de vacaciones y quería aprovechar que Naraku no había aparecido para pasar Navidad y año nuevo con su familia.

Gruñó al darse cuenta que Kikyo estaba volviendo a distraerla con sus flechas para volver a crear ese círculo a su alrededor.

-Para ya.-Le pidió, usando sus poderes para deshacer el círculo.-No quiero hacerte daño, pero me veré obligada a hacerlo si me sigues atacando.

Aquella miko la observó unos segundos antes de volver a atacarla. La castaña, ya exhausta por usar tanto poder espiritual miró por última vez a Kikyo.

-Lo siento.- Susurró lanzando su daga hacia la miko, enterrandola en su hombro.

Abrió los ojos como platos al ver que su daga se incrustó en un árbol, con las ropas de la miko, y vió como un pergamino caía al suelo.

Esa no era la verdadera Kikyo, era un sustituto.

Antes de que pudiera reaccionar, sintió un dolor agudo en su espalda, cerca de su hombro izquierdo y cayó al suelo.

-No... Puedo...-No podía moverse, sus músculos estaban paralizados, alrededor de ella comenzaba a formarse de nuevo ese círculo.

-No es conveniente que uses tus poderes espirituales.-Dijo una voz a sus espaldas.-Esa flecha además de paralizarte se incrustará más en tí si usas tus poderes... Es inútil resistirse ya, Azul.

-No dejaré...-Gruñó al sentir la flecha clavarse más dentro de su piel.-Que te salgas con la tuya, cadáver andante.

-Acepta tu destino.-Usó sus poderes para terminar más rápido con el círculo.

La castaña maldijo por lo bajo, no podría usar más sus poderes, si lo hacía la flecha no tardaría en tocar su corazón y matarla. No podía moverse, este era...

-Kikyo-Sama, ¿Qué está haciendo?-Abrió los ojos como plato al escuchar la voz de Miroku.

-¡Azul!-La taijiya intentó acercarse a su amiga, pero las serpientes cazadoras de almas de la miko lo impidieron.

-Chicos...-Dijo preocupada al ver como la miko ahora los atacaba.

-Azul, ¿Estás bien?-El pequeño Shippo apareció frente a ella.

-No hay tiempo, borra el círculo. Kikyo quiere quitarme mis poderes.-El Kitsune asintió y comenzó a borrar las marcas en la tierra hasta que una flecha se incrustó en la tierra, justo a unos centímetros cerca de él.

-Ni siquiera lo intentes, pequeño youkai.-Musitó la miko.

-N-no dejaré que lastimes a Azul.-Dijo el pequeño con una bola de fuego azul en cada mano. Sin embargo, podía notarse como sus piernas temblaban de miedo.

"Shippo..."

La castaña observó al kitsune, tenía miedo, pero estaba dispuesto a dejarlo de lado con tal de protegerla.

- Ya es tarde.- Todos abrieron los ojos al ver que el circulo alrededor de la castaña se había completado y una luz blanca comenzaba a rodearle.

Cerró los ojos resignada, Kikyo había ganado, perdería sus poderes espirituales... O eso pensó hasta que una gran ráfaga de viento apareció de repente borrando el circulo.

-Te has vuelto débil.-Sin poder evitarlo y a pesar del dolor de la flecha, la castaña no pudo evitar que una risa se escapará de sus labios.

"Regresaste..."

- También me alegra verte, Sesshomaru.- Dijo cuando este se inclinó hacia ella y la ayudó a levantarse.

Esa chica extrañaWhere stories live. Discover now