Capítulo 12.

12.5K 671 42
                                    

Estoy segura de que esto no está pasando realmente, porque yo no lo estoy golpeando como una loca desquiciada para que se aleje de mí, y ni si quiera estoy en una especie de estado de shock, solo estoy allí, con mis brazos alrededor de su cuello y obligando a mi lengua a hacer acto de presencia en el beso. No estoy segura de lo que está pasando en ese momento, solo sé que los labios de Sehun saben a menta fresca y sus brazos alrededor de mi cintura se sienten muy, pero muy bien, en este momento yo debería estarlo maldiciéndolo, golpeándolo por tener el descaro de besarme, pero sinceramente a la única persona que quiero golpear era a mí misma porque ¡Lo estoy besando! Lo estoy besando, él me está besando, nos estamos besando, y no puedo pensar en nada más que no sea en lo estúpida que soy y en lo habilidoso que es este chico con la lengua y con las manos.

Bien, debería estar furiosa, pero por más que me obligo a estarlo no lo estoy, me había besado varias veces, todas sin permiso, pero ahora, después de unos cuantos días de tregua, que me lo había quitado de encima y habíamos intentado ser amigos de nuevo, sentía mi estómago revolviéndose fuertemente y mi cerebro susurrando que quiere más, y yo como estúpida no se lo estoy negando para nada.

Finalmente nos separamos a falta de aire y aunque no pueda verme, sé que tengo una cara de espanto en mi rostro, Sehun tiene una enorme sonrisa pero tiene la boca entreabierta porque está jadeando.

—Eso ha estado bien—Dice más para sí mismo que para mí. Se inclina y vuelve a tomar mis labios en una lenta y suave caricia que se vuelve incluso más adictiva que la anterior. Estoy a punto de apartarlo de un golpe pero mi reacción es otra: poner mi mano izquierda en su hombro y agarrarle la camisa con la derecha para acercarlo más a mí.

Y nos separamos al fin.

Lamentablemente…

—¿Ves cómo no era tan difícil no hacerse la difícil?—Es lo primero que dice y yo no estoy muy segura de qué responder, así que solo me quedo callada—. ¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua nuestro beso?

—Sinceramente no sé por qué hice eso—Digo con la dignidad que me queda y me levanto de la arena, y comienzo a caminar, no sé a dónde, pero lejos de Sehun, cosa que sé que va a ser inútil porque va a seguirme, y es exactamente lo que hace;

—¿No sabes?—Pregunta en tono burlón— Oh, preciosa, de todas las excusas que has inventado ésta es la peor. Me besaste porque querías, no porque “No sabías que estabas haciendo”

Estoy intentando procesar la información porque ni yo misma sé qué acabo de hacer, ¿Lo he besado? ¿No ha sido producto de mi imaginación o algún sueño? Es complicado intentar entender el asunto, porque hace apenas unos días lo odiaba con todas mis fuerzas, y ahora lo he besado como si no hubiera un mañana, ¿Entonces? ¿Qué era lo que sentía por Sehun?

“Donde hubo fuego cenizas quedan”

Se me viene a la cabeza lo que la Señora Stella dijo, entonces, ¿Eran estas las supuestas cenizas? ¿A caso yo estaba comenzando a sentir algo por…? ¡No! ¡Claro que no! ¡Eso era imposible! Era imposible porque Sehun ya me había lastimado una vez y no dejaría que volviera a hacerlo.

—Oh, lo que sea—Digo de mala gana y sigo caminando.

—¿Por qué estás enojada? ¿Por ceder o por el hecho de que te encantó?

—Besas asqueroso—Esa podía catalogarse como la mentira más grande que he dicho en mi vida.

—Beso asqueroso—Repitió, burlón—. Claro, porque beso tan asquerosamente mal que me has seguido el beso sin problema alguno.

—¿Qué pasó con lo de ser amigos?—Pregunto en un gruñido. Él me mira con gesto divertido—. Oh, lo olvidaba, eres tan hijo.de.pu.ta que no sabes cómo tener a una chica solo como amiga.

la niñera || sehun y tú Where stories live. Discover now