Capítulo 15.

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Enredó sus manos en mi cabello vacilantemente y yo la envolví entre mis brazos lo más fuerte que se podía sin llegar a lastimarla, solo que no quería dejar que se fuera por ningún motivo, cosa que habitualmente hacía luego de insultarme y decirme lo hijo de pu.ta que era.

El tiempo se hizo completamente etéreo al igual que la realidad y ahora solo estábamos nosotros dos mezclando nuestras pieles y nuestros alientos, como siempre me pasaba que la besaba aunque estaba seguro de que ella creía que ella era solo otra más de mis conquistas, pero en realidad ________ me hacía sentir diferente, y tan solo pensar en ella me había hecho alejarme de toda la raza femenina por decisión propia.

Alejarme de ella cuando éramos más jóvenes había sido un error tan enorme como el hecho de que me enamorara de ella ahora. Recuerdo que siempre me había gustado y supongo que yo le gustaba a ella, luego por intentar olvidarla me alejé, y ella se alejó, y nos alejamos y nos perdimos en el tiempo. Íbamos creciendo y yo ya era todo un rompe corazones, y ella la chica más correcta del mundo. A veces me la quedaba mirando desde mi ventana, cuando estaba en su habitación leyendo, durmiendo, con sus amigas o cualquier cosa (aunque lamentablemente cerraba las cortinas cuando se cambiaba), porque simplemente la encontraba hermosa y en ese momento ninguna chica se me iba de la mira, y tenía a ________ como objetivo, fue por eso que cuando escuché a mis padres hablar de conseguir a alguien para cuidar a Jazzy y a Jaxon fui yo quien les dio la idea de contratar a ________.

No fue una tan mala sugerencia, ¿O quizás sí? ¿Quién sabe? Ahora parecía una muy sabia decisión de mi parte.

La llevé a ciegas hasta la escalera y ahí la tomé en mis brazos para poder subir con ella hasta mi habitación, y le agradecía al cielo que aún no me pusiera ningún tipo de resistencia ni me golpeara. Cerré la puerta detrás de nosotros y la aprisioné entre ésta y yo. Llevé mis besos a su cuello haciéndola suspirar. Se quejó cuando se lo mordí pero sabía que en realidad había sido una queja de las buenas. Le besé el hombro justo antes de bajarle el cierre de su vestido y que éste cayera automáticamente al suelo.

Mientras yo estaba pendiente de admirar la escultura humana que tenía en frente, ella llevó sus manos a mis hombros y los acarició, luego recorrió todo mi torso hasta que sus manos se escondieron debajo de mi camisa y me acariciaron el abdomen, volviendo oficialmente loco. Le mordí el cuello como venganza y luego le besé la mandíbula, ambas mejillas y luego los labios, dejando su sabor grabado permanentemente en mi cabeza.

|*|

Me besó. Lo besé. Nos besamos como si nuestra vida dependiera de ello, y me acorraló contra la pared. Mucho más ancho, musculoso y como 15 centímetros más alto que yo me hacía sentir tan atrapada como excitada y eso era profundamente molesto en aquel momento. Ahora estaba haciendo exactamente lo que se suponía que no tenía que hacer.

—No, espera yo…

—Shh, no, está bien—Me susurró con voz ronca, y me levantó en sus brazos para que nuestros labios quedaran a una altura proporcional. No me importó que sus manos estuvieran tocando un lugar inapropiado de mi anatomía, tampoco me importó que mis pies no tocaran el suelo, así que solo lo abracé fuerte por el cuello y le seguí el beso, perdiéndome en sus deliciosos labios, sabiendo que estaba cometiendo el peor erro de mi vida.

Una parte de mí me decía que esto no traería nada bueno consigo, pero la otra parte estaba como “Intenta detenerlo y no vivirás para contarlo.

—Sehun…—Se supone que era un reclamo, pero mi voz estrangulada lo había transformado en un gemido ahogado que tenía propósitos mucho más íntimos que intentar detener el asunto.

—¿Qué cosa?—Me susurró al oído y me apretó más contra él (si es que eso era posible)

Nos caímos en la cama conmigo encima. Me acomodé mejor y besé su cuello, que olía a jabón de menta, a un perfume desconocidamente delicioso y a un olor perfecto que era solo suyo. Este era exactamente el juego que empleaba Sehun y yo estaba siendo lo suficientemente tonta como para jugarlo con él.

la niñera || sehun y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora