12. Borrachas

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Samuel: puedes comenzar.

Flavio: conocí a Patricia cuando trabajaba en el spa termal de Costa Clara, era el fontanero del lugar, ella estaba en una de las duchas cuando se estropeo y me tocó arreglarla, empezamos a hablar, quedábamos para cenar y surgió-sacó una foto y se la mostró, Samuel frunció el ceño y la cogió con decepción, era su mujer besando al hombre que tenía en frente-no sabía que estaba casada, te lo aseguro-se fijó en la mano de su mujer y no llevaba la alianza-sé que tal vez no me creas pero me pareces un buen tipo y ella ha fingido no conocerme después de todo lo vivido, al principio venía una vez al mes, después fue dejando de venir pero venía 4 días al pasar tres meses o así, la última vez tardo cuatro meses en volver.

Samuel: todas esas fechas me cuadran, eran cuando iba al spa de Costa Clara...-Flavio sacó su teléfono.

Flavio: este es su teléfono y cómo puedes ver aquí me llamó esta misma semana para pedirme que desistiera de mis ideas y me volviese al pueblo, pero le dejé claro que no me iba rendir a la idea de que siguiera engañándote.

Samuel: ¿Cuánto tiempo lleva durando todo esto?

Flavio: cerca de 3 años aproximadamente-Samuel soltó una risa incrédulo.

Samuel: estaba contigo incluso antes de casarse conmigo... es increíble...

Flavio: lo siento.

Samuel: ¿de qué conoces a Andrea del Junco?

Flavio: ¿A Andrea? No la conocía de nada, el mismo día que te conocí a ti la conocí a ella junto con su hermana, es una buena mujer-bebió de su vaso-me ha demostrado que todavía existen las buenas personas.

Samuel: ¿ah si?

Flavio: me ha dado un trabajo en su casa, como el jardinero-Samuel abrió los ojos-tranquilo, se le nota que está enamorada de ti...

Samuel: no lo creo, su familia y la mía no se llevan bien, entre eso y que casualmente llegaste tú... están las cosas un poco patas arriba ¿no crees?

Flavio: lo creo...

Andrea e Irina seguían bebiendo en aquel bar, compartiendo anécdotas y confidencias como buenas hermanas, el alcohol estaba haciendo sus primeros efectos, ambas no dejaban de reírse.

Irina: tenías que verte-reía a carcajadas-con los pelos de esa insípida en la mano y meneándole el moño para todos los lados-Andrea comenzó a reírse.

Andrea: ay me muero Irina, para-se sostuvo el vientre tratando de parar de reírse-yo no sé cómo Samuel se casó con ese bicho con patas.

Irina: solo le faltaba-empezó a reírse ante lo que estaba pensando y empezó a moverse las orejas-solo le faltaba salir volando con esas orejas que tiene-Andrea no dejaba de reírse.

Andrea: ay dios mío, tenemos que salir más, no me puedo creer que me pierda esta faceta de ti.

Irina: mmm...-acabó el vaso-es la primera y última vez que me verás así-ordenó otro trago.

Andrea: ¡NOOO! ¿Pero por qué? Esta Irina mola-se cruzó de brazos y en cuanto el camarero les sirvió la siguiente copa los descruzó para beberla de inmediato.

Irina: pues, porque debo velar por esta familia, tu estas en el mundo de yupi pensando en Samuel y papá, bueno, en fin, que vamos a decir de papá-tomó la copa de nuevo.

Andrea: no todo el peso de la familia debe recaer sobre ti, yo también estoy para eso aunque piense en Samuel...

Irina: pero no es ni tu deber ni el mío-suspiró-si esa zorra calenturienta no se fuera con su amante, esto no estaría pasando.

DESTINO O CASUALIDADWhere stories live. Discover now