DESTINO O CASUALIDAD

21. No respondo M. (1/5)

Irina: ¡Andrea del Junco!-Andrea caminaba por las oficinas bajo la atenta mirada de todos mientras su hermana trataba de alcanzarla-¿¡A dónde vas!?-la detuvo por fin en la entrada del parking.

Andrea: ¡Voy a advertirles que quien se mete con un del Junco se mete con toda la familia!-se soltó de su hermana y abrió el coche de Irina.

Irina: ¡Deja que vaya contigo! No puedes ir sola-Andrea montó en el coche y cerró todas las puertas-¡ANDREA! ¡PARA POR FAVOR!

Tras un chillido de las ruedas, Irina se apartó del coche llevando sus manos a la cabeza viéndola marchar, de las dos, Andrea era la más pacífica hasta que de verdad se cabreaba, ahí ya dejaba ser la dulce Andrea.

Conducía ardiendo en ira, como pudo tan siquiera dejar que su madre fundara alguna duda en su corazón sobre si perdonarla o no, se dejó llevar por su noble corazón tratando de comprender que finalmente era madre e hijo y no podrían estar así toda la vida, pero su madre, se había cargado ese pensamiento tratando de boicotear el trabajo de su padre y de su hermana, estaba dispuesta a todo, menos a darle la espalda a quien de verdad era su familia y lo necesitaba.

Llego a Lencerías Gallardo, dejando el coche de cualquier forma ante la mirada de todos, según puso un pie allí todo el mundo adivinó que avecinaban problemas, caminó decidida a través de la entrada e ignoró el vocerío de la seguridad metiéndose en el ascensor sin que ellos pudieran hacer nada.

Cuando el ascensor se abrió se encontraba en las oficinas, un carajo le importara que Samuel estuviera en esos momentos en una de ellas, el foco de su rabia contenida era su propia madre, tras dar con el cartel de presidente en la puerta entró decidida y sin pedir permiso encontrando a Cayetana y a José Antonio en él.

Cayetana: ¿Andrea?-abrió los ojos, tal vez se imaginó ver a Irina allí, pero jamás a Andrea y menos con esa mirada-¿necesitas algo cielo?

Andrea: saber, porque demonios mi madre se empeña en ¡SABOTEAR A SUS HIJAS! ¿¡Cómo pudiste arrebatarnos 10 modelos!?-comenzó a respirar agitadamente mientras apretaba los puños.

Cayetana: a ver, te relajas ¿vale? No sé de qué me estás hablando, así no vas a conseguir nada-Andrea comenzó a reírse irónicamente.

Andrea: en el hospital me decías que era quien más te dolía en el mundo y ¡hoy me haces semejante guarrada! Sé que has sido tú

José Antonio: ojo con ese tono muchacha.

Andrea: ¡Ui sí! No veas, no me extrañaría nada que estuvieses aliado a este idiota-miró a su madre-que se vale de la mujer de otro, de su hijo y del sabotaje a la competencia para crear su propio imperio.

Cayetana: ¡Andrea basta! ¡No te pases!

Andrea: ¡ME PASO CON QUIEN ME SALE DE LAS NARICES!

Los gritos podían escucharse a través de todas las oficinas y los mismos no tardaron mucho en llegar a los oídos de Samuel que pese a estar sumergido en su trabajo distinguió a la perfección a la dueña de esa voz, con lo que se levantó rápidamente para acudir al despacho de su padre.

Andrea: ¡SOIS UNOS APROVECHADOS! ¿De verdad creéis que nos vais hacer caer?-soltó otra carcajada-tendrías que nacer mil veces para superar a Ignacio del Junco, te habrás quedado con la resbalosa de su mujer y tendrás una empresa cotizada y respaldada por tu hijo, ¡PERO ERES UN HOMBRE MEDIOCRE QUE SIEMPRE VIVIRÁ A LA SOMBRA DE ALGUIEN!

José Antonio arrugó sus labios y oscureció su mirada indignado por las palabras de su hijastra, a su vez levantó la mano en dirección a Andrea quien sonrió esperando a ver si tenía el atrevimiento de bajarla o al menos que su madre lo impidiese.