→ You are mine

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21.You are mine




El día parece que se había ido volando, el tiempo ni siquiera lo sintió pasar, ahí estaba nuevamente mirándose al espejo con el uniforme de porrista color rojo y blanco con el escudo del instituto, los pompones extravagantes a sus lados, sonrió haciendo sus coletas altas con un moño rojo en estos. Salió al gimnasio dónde ya todas la esperaban.

— ¡La coreografía será más difícil este año! Así que todos los días tendremos que practicar, tenemos el partido de fútbol este Domingo, ahí también vamos a practicar — Seripa camino entre todas las chicas queriendo intimidar.

La canción con ritmo volvió a sonar, escucho el aviso de Seripa de empezar con la coreografía.
Bulma corrió para formarse, este pasatiempo hacia que todos sus problemas se fueran, ella con emoción dió la primera vuelta de carro.

Las demás siguieron con la acrobacias. Todo se interrumpió cuando la rubia con lentes entró.

— ¿Seripa?

Llamó.

— ¿Que pasa? Estamos en nuestra hora.

Ireza, una chica pelirroja fue apagar la música cuando un grupo de personas también entró.

— Como sabrán yo soy la encargada de organizar el baile, necesito aquí, son órdenes del director, cualquier cosa vayan con él.

Hammil sonrió amablemente observando a todas las porristas formadas, Seripa puso los ojos en blanco dando la orden de salir.

— Bien, mañana nos vemos en canchas, chicas.

Bulma asintió recogiendo su mochila, Hammil le llamó la atención aquella chica de cabello azul, se parecía mucho a una que también había visto a fuera hace unos minutos, también la había visto con Vegeta hace unas semanas atrás.

— ¿Bulma, verdad? — Le preguntó risueña.

— Hammil — respondió sería. Incluso Hammil puede jugar que Bulma hizo un gesto de desagrado total cuando la miró y nombró ¿Pero por qué ese odio? Apenas y se conocían.

Rió nerviosa dejando de ver a Bulma.

— Hace un tiempo te ví y no te saludé, se ve que eres una chica muy inteligente, Vegeta me habla de tí, eres lista — Intento platicar de buena manera, pero parece que Bulma la odia.

—Estupendo, parece que tú tinte no te daño el cerebro, soy la mejor en cálculo. Con permiso

— ¿Eh? — preguntó.

— ¿Qué haces aquí? — fue al grano Bulma.

— Soy la hija de Roshi. Vine un tiempo aquí y me pidió de favor que si le ayudo en el baile. Además de que Vegeta y yo tenemos una relación digamos amorosa, me animé más.

— ¿Hija del director? ¡No me digas! Qué bien, ahora muévete, tengo cosas que hacer, no como tú que parece que solo pierdes el tiempo.

Bulma empujó hombro con hombro a Hammil pasando, Hammil volteo a ver a la chica como era que furiosa se iba del gimnasio. Nunca entenderá él por qué le cae mal si es la primera vez que tienen comunicación, que ella sepa no la trato mal en ningún momento, se encogió de hombros negando con la cabeza, olvidando.

En el pasillo, Bulma detuvo sus pasos dejando libros en su casillero. Esa mujer realmente la enferma más que nada, el bus escolar se había ido y no tenía mucho dinero, hizo un gesto de fastidio, tendría que irse en metro ese día.

Azul → Bulma BriefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora