Álex: Fear Of Love (+18)

Capítulo 16

-Vaya, eso sí que es una buena oferta Álex, pero tendré que rechazarla por ahora. Estoy ocupada con esto. -Digo bajando el cierre de su pantalones, para luego acariciar su miembro por encima de la delgada tela del boxer.

Puedo ver lo placentero que es para Álex sentir mis caricias en la parte más sensible de su cuerpo, ya que apenas lo toco, deja caer su cabeza hacia atrás suspirando pesadamente.

Antes de empezar con lo siguiente que tengo planeado, le quito completamente sus pantalones para tenerlo simplemente en ropa interior frente a mí, y hago exactamente lo mismo conmigo.
Una vez que quedo solamente con mi ropa interior inferior, Álex no puede quitarme la vista de encima e incluso se sienta para poder verme mejor.

-No sabes cómo me pone verte así. -Comenta con una voz más profunda de lo normal.

Ante tal confesión, yo solamente logro morderme el labio e inmediatamente me pongo sobre mis rodillas frente a él, haciéndole saber lo que estoy por hacer, y él se apresura a tomar mi pelo en forma de cola de caballo para que moleste.

Meto mi mano dentro de su boxer y delicadamente con mi mano rodeo su ya muy erecto miembro, y lo introduzco en mi boca, succionando y moviendo mi lengua de un lado a otro. Me separo por un momento de él para poder ver su expresión de placer y lo agitado que está. Sonrío victoriosa y vuelvo a lo mío subiendo y bajando mi cabeza, mientras que con mi mano subo y bajo al mismo tiempo que mis movimientos de cabeza. Apenas unos cuantos segundos después, Álex me detiene.

-Creo que con eso ya es suficiente, Nina. -Comenta un poco incómodo.

-No entiendo, ¿No te gusta lo que estoy haciendo? -Pregunto inocentemente y un poco confusa al mismo tiempo.

-No, no es eso, me encanta lo que haces, no sabes cuánto. -Contesta rápidamente y luego agrega una pequeña risa al final para liberar un poco la incomodidad que está generando esta situación.- Te deseo demasiado. -Contesta esta vez seriamente, haciéndome entender que lo que dice es verdad.- Y no sabes cuánto tiempo he estado esperando que este momento llegue, cuánto he fantaseado, y el hecho de que el momento haya llegado me excita, y demasiado. Si no te detengo ahora mismo, esto terminaría demasiado rápido; si sabes a lo que me refiero. Y no creo que tú quieras eso, antes de llegar a lo mejor, ¿No? -Pregunta seductoramente, haciendo que los vellos de todo mi cuerpo se herizen.

-Claro que no. -Respondo hipnotizada por su profunda y lujuriosa mirada.

-Bien, entonces, ¿qué te parece si lo hacemos de una vez por todas? -Pregunta, mientras delicadamente posa su mano en la mitad de mi espalda y se gira sobre sí, quedando esta vez yo debajo de él. 

Ahora, en vez de besarme como lo hacía hace unos minutos atrás; salvajemente; con pasión y mucha lujuria, me besa con bastante dulzura y amor, haciendo de este momento algo especial.

-Me encanta esta combinación de tus dos personalidades, Alex. -Comento conmovida por su ternura en este momento.

-No sé a qué te refieres. -Responde actuando como si no supiera de lo que hablo.

-Me refiero a que me encanta que hayas aprendido a diferenciar los momentos en los que puedes ser el Alex juguetón; lujurioso, y en los que puedes ser... dulce. -Respondo contestando su supuesta duda respecto a lo que quiero decir, y sin darme cuenta me encuentro a mí misma sonriendo.

Él, al igual que yo, sonríe dulcemente y me besa, mientras mueve su cadera hacia atrás y adelante, haciendo que la punta de su miembro me roce. Luego de unos minutos de únicamente besos y caricias, Álex finalmente se decide a entrar en mí. ¿Olvidé mencionar que esta es mi primera vez? Pues sí, lo es, y estoy tan asustada como cualquier otra mujer estaría. Estoy preparada para hacerlo, pero aún así el temor de que duela tanto como dicen, no se va. Álex nota que estoy un poco extraña, por lo que se detiene y me mira directamente a los ojos.

-¿Qué sucede, pequeña? -Pregunta dulcemente, para intentar calmarme, ya que nota mi nerviosismo.

-Es mi primera vez. -Contesto un poco insegura, ya que no sé cómo reaccionará ante tal confesión.

-¿Eso es lo que te preocupa? -Pregunta un poco divertido. Su respuesta hace que me sonroje.- Ya lo sabía. No tienes de qué preocuparte. Trataré de ser lo más cuidadoso posible. -Responde calmando un poco mi inquietud.

Álex vuelve a intentar introducir su miembro, y esta vez lo hace lentamente para no lastimarme, cosa que no duele, aunque aún así siento una pequeña molestia. Pese a ello, unos cuantos gemidos escapan de mi boca, haciendo que Álex sonría victorioso para después empezar a besarme una vez más y cambiar nuevamente de personalidad, volviéndose un poco más duro y haciendo sus movimientos cada vez más rápido, generando que tenga que tapar mi boca para que los vecinos no logren escucharme, pero Álex no me lo permite y quita mi mano de mi boca.

-Quiero escucharte. -Dice Álex agitado y al borde del placer. Esas dos simples palabras hacen que me transforme también y saque mi segunda personalidad a la luz, la cual noes muy distinta a la de él.

-Álex. -Respondo en un gemido para cumplir su deseo, logrando que gruña y que ese dulce sonido me excité aún más.

Los gemidos, ruidos y movimientos bruscos siguen por unos cuantos minutos más hasta que Álex hace un último esfuerzo y aumenta la velocidad de sus embestidas a su máximo, logrando que ambos alcancemos el clímax prácticamente al mismo tiempo, haciendo que casi todos los músculos de nuestro cuerpo se contraigan repetitivamente, retorciendonos de placer al sentir los miles de fuego artificiales que explotan dentro nuestro.

Álex, cae sobre mí agotado, al igual que yo. Luego de unos segundos, tras recuperar un poco de sus fuerzas, se quita de encima mío y se acuesta a mi lado aún con la respiración agitada. Ambos nos miramos el uno al otro, para luego dedicarnos una sonrisa, que significa mucho más que mil palabras.