Capítulo 20

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Álex toma mi mano y me guía hasta el interior de la casa. Me alegra haber arreglado las cosas con él. Realmente temía perderlo. Él se gira por dos segundos para besarme y luego sonríe. Vuelve a tirar de mi brazo, para esta vez guiarme hasta la escalera.

-¿Dónde me llevas? -Pregunto divertida. Él se detiene, se voltea y posa sus manos en mi cintura mientras me acerca a él.

-Sonará ridículo, ya que estuvimos separados por muy poco tiempo, pero te extrañé. Te extrañé demasiado, maldita sea, y necesito sentirte. -Esto último lo susurra lentamente en mi oreja con una voz más ronca de lo normal y luego comienza a besar mi cuello, haciendo que el frío que hace poco sentía, se convierta en calor, mucho calor.

Esta vez yo tomo de su mano y tiro de ella, obligándolo a subir las escaleras. Álex me sigue muy de cerca y cuando llegamos al segundo piso, bruscamente me gira y ataca mis labios. Mientras le sigo el beso, él me hace retroceder lentamente hasta que choco con la pared. Me separo un poco de él para recobrar el aliento y me doy cuenta que al lado nuestro hay una puerta.

Sin dudarlo, tomo el pomo y la abro, mientras agarro a Álex del cuello de su camisa para hacer que entre rápidamente a la habitación. Cierro la puerta tras de mí e inmediatamente le pongo seguro.

Mientras aún le doy la espalda a Álex, éste me ayuda a deshacerme de la camiseta que llevo puesta, para pegar mi espalda a su torso desnudo. La sensación de su piel caliente sobre la mía hace que me sobresalte. Es una sensación indescriptible, pero me encanta.

Álex con una de sus manos empieza a masajear uno de mis pechos por sobre mi sujetador, mientras que con la otra se dirige a la parte trasera de mi falda, donde no pierde tiempo para bajar el cierre de ésta. Una vez que mi falda se encuentra en el suelo, vuelve su mano a mi cadera, donde empieza a jugar con el borde de mi ropa interior.

Luego dirige sus labios a mi cuello, rozándolos para luego dejar varias marcas húmedas de sus besos. Un pequeño gemido se me escapa al sentir como Álex muerde la piel de mi cuello levemente, provocando también que curve mi espalda y pegue mi trasero a su pantalón, con lo que logro sentir el gran bulto que esconde bajo estos.

-Vaya, ya estás bastante húmeda. –Comenta al introducir sus dedos en mí, sin previo aviso, haciendo que tenga que tapar rápidamente mi boca, para que nadie logre escucharme.

-Álex, por favor. –Ruego. Siento como el clímax se acerca y empiezo a mover mis caderas para acelerar el movimiento de sus dedos.- Ya casi. –Le aviso. Pero este saca sus dedos, haciéndome sentir vacía.

-¿Quieres terminar sin mí? ¿Cómo te atreves? –Comenta irónicamente.

Me giro para mirarlo directamente y lo veo sacándose lo que le queda de ropa hasta quedar únicamente con su ropa interior frente a mí. No puedo evitar morder mi labio al ver el gran bulto que esconde. Apoyo la palma de mi mano en su pecho y lo empujo hasta la cama, donde lo hago recostarse para luego sentarme sobre él.

-¿Qué haces? –Pregunta sonriente.

-Nada. –Respondo inocentemente y luego lo beso.

Álex lleva sus manos a mi cintura y me atrae a él. Una de mis manos recorre su cuello, mientras la otra baja por su abdomen hasta llegar a su bóxer. Sonrío sobre sus labios, para luego separarme de ellos, dirigirme a su cuello, empezar a succionar la piel y por último apretar su bulto por sobre la delgada tela, logrando que un suspiro escape sus labios. Comienzo a masajearlo aún sobre el bóxer, y logro notar como cada vez se va poniendo más duro que antes.

-Suficiente, no más tortura. –Comunica y luego me toma brutamente de la cintura para dar vuelta la situación y quedar así, él sobre mí.

-Qué lástima. Yo me estaba divirtiendo. –Bromeo.

Álex solo ríe sarcásticamente y puedo sentir como mueve la tela de mi ropa interior a un lado, para dejar a la vista mi feminidad y luego, sin previo aviso, penetrarme. Ni siquiera había notado que se había desasido de lo que le quedaba de ropa. Cubro mi boca con mis manos para aislar el sonido de mis gritos, pero Álex no me lo permite.

-No otra vez. Te quiero escuchar gritar como nunca antes lo has hecho. –Ordena, y yo como buena chica, llevo mis manos a mis costados y estrujo las sábanas de la cama, mientras grito su nombre, embestida tras embestida.

Nunca había visto a Álex de esta manera, y me asusta, no porque me desagrade, por el contrario, me encanta. Me siento deseada y puedo notar su impaciencia para estar dentro de mí; puedo advertir su gran lujuria.

Detengo a Álex y le hago una seña para que vuelva recostarse. Me dedica una pequeña sonrisa, ya que sabe perfectamente lo que quiero hacer. Una vez que se acuesta, no pierdo el tiempo para ponerme sobre él e introducir su miembro en mi feminidad. Empiezo moviéndome lentamente en círculos, logrando que Álex gima, por lo que comienzo a moverme un poco más rápido para escucharlo gemir aún más.

Me encanta ver lo que puedo hacer en él, ver el nivel de excitación que puedo generarle. Me doy cuenta que su respiración comienza a acelerarse y él a moverse desesperadamente para acelerar mis movimientos, por lo que empiezo a subir la velocidad. Álex detiene mis movimientos y hace que me quede quieta, mientras él comienza a embestirme rápidamente, haciendo que mis piernas tiemblen.

-Me vengo. –Le advierto mientras gimo.

Álex no responde y simplemente se concentra en aumentar aún más la velocidad, logrando que llegue al clímax un poco antes que él. Aún con la música de fondo se pueden escuchar nuestras agitadas respiraciones. Nos sonreímos y luego comenzamos a vestirnos nuevamente para volver a la fiesta, como si nada hubiera sucedido.

Álex: Fear Of Love (+18)Where stories live. Discover now