Capitulo 1

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Cuando viajas por una carretera tan estrecha y percibes esas energías negativas que circulan por aquel lugar, unos  escalofríos te llegan al cuerpo y se te estremecen las articulaciones.

La carretera por la que viajaba estaba llena de pequeños árboles sin plantas y uno que otro tenía hojas apunto de caer, la pista parecía campo de cultivo, nada  comparada con las pistas del pueblo.

El chofer se sentía incómodo y no era capaz de voltear la cabeza para ver por los alrededores, el  solo veía al frente y tenia miedo... desde el lugar donde estaba sentada lo podía percibir.

Y es que el lugar donde nos encontrábamos era realmente tenebroso, había  niebla y se podían ver lobos y escuchar sus aullidos. Había otras montañas pero pequeñas a comparación de la montaña en donde estábamos. Habían laderas oscuras y empinadas, uno siente la sensación de que alguien te esta observando y te dan ganas de salir corriendo, dan ganas de alejarse.

Una que cuanta casa abandonada aparecen por el camino, animales vagando por la montaña, tengo que resaltar que hay demasiados lobos, una razón para no salir de la mansión.

Segunda razón, no me gusta salir de casa, soy de ese tipo de mujeres a las cuales les gusta anda sola por la vida, moriré sola, lo tengo decidido.

Me han contado que encontraron mas de una persona muerta en esta montaña, soy muy asustadiza y soy capaz de tirarme por la ventana si veo a un fantasma, fuera de bromas... enserio soy capaz de tirarme por la ventana. Vi la mansión a lo lejos y la mano del chofer comenzó a temblar, mire por la ventana y no hay casi ni un árbol, ni una hoja... solo espinas o alguna roca que se mezcla entre las ramas. La vista era escalofriante, parecía mansión embrujada.

—Señorita, disculpe la pregunta, ¿Pero porqué se vino a vivir por estas zonas que carecen de plantas, hermosura y viviendas? ¿No tiene miedo? —preguntó y crucé mis piernas, la pregunta era algo incomoda.

—Ahora soy una mujer independiente. Vera... no soporto a mis padres —dije y el chofer que se veía humilde piso el acelerador para que el auto no retrocediera ya que estábamos subiendo y era peligroso.

La mansión era grande, cuando la compré me dijeron que valía medio millón ya que estaba viejo y necesitaba arreglos.

Me había traído muchas cosas conmigo, 7 maletas para ser exactos, 2 llenas de libros, 3 con dinero y 2 con ropa y otras cosas, debía encontrar empleo en alguna parte... quizás escribiendo libros, es mi pasión.

A unos cuantos metros una sombra apareció a lo lejos, parecía una persona, me sobe los ojos y al volver a mirar... solo había nieve, el chofer me dejo frente a la mansión. El se fue, pero antes me preguntó:

—Señorita, ¿Segura que vivirá aquí? —Asentí y al entrar dejé mis maletas en la sala principal, algo se cayó.

—¿Hay alguien allí? —pregunté curiosa, un hombre abrió una puerta y se dirigió a mí.

—Bienvenida señorita Aria a la mansión Tuch —dijo el hombre el cual estaba dispuesto a coger mis maletas. ¿Qué hacía un hombre allí? No había nada de 'sirvientes' en el contrato.

—¿Qué hace usted aquí? —dije quitando su mano de mi maleta. Cuando cogí su mano, estaba fría y un escalofrío recorrió mi cuerpo, puedo jurar que el hombre hizo que temblara como nunca lo había hecho.

—Soy uno de los empleados de esta mansión, un gusto recibirla y ojala que se sienta a gusto con los engreimientos que le proporcionaremos los 5 empleados que sirven en esta mansión —dijo de una forma peculiar en hombres corteses.

—Bien, le creeré —dije y el hombre arqueó una ceja, cogió tres maletas y me miro fijamente a los ojos.

—No debe creerme, tiene que creer y confiar en nosotros —dijo decidido y subió las escaleras.

Me quede aturdida y algo se rompió, el hombre siguió subiendo las escaleras y estas cada vez sonaban mas fuertes, mis oídos eran delicados y cada vez ese sonido hacia que mis oídos quisieran explotar.

—¡Ya basta! —grité y el hombre paró de caminar, lo fulmine con la mirada y mire las maletas—. Le tengo que recordar que soy la nueva dueña de esta casa, mas le vale no meterse conmigo.

—Se equivoca señorita, usted es la que no debe meterse conmigo... al menos que quiera sufrir el resto de su vida con sombras que aparecen en la noche para atormentarla y personas que aparezcan en sus sueños para hacerla sufrir... siempre. Y el sueño se repetirá el resto de su existencia. —dijo casi gritando, otros 4 hombres aparecieron y cogieron las demás maletas, subieron a paso rápido.

El hombre que apreció primero me miro 5 segundos en los cuales apreté el puño y lo fulmine con la mirada, el avanzó con los otros 4 y me cruce de brazos.

Ya no se oían sus pasos y un grito desgarrador se oyó en la cocina, corrí hacía la cocina y ví a una pequeña de espaldas. Me acerqué y cuando cogí el hombro de la pequeña ella volteó la cabeza y yo retrocedí asustada. Solo recuerdo haber recibido un golpe en la cabeza después de eso, desperté en una cama y con ese hombre frente a la cama en una silla.

—Solo fue un sueño, señorita —dijo y me quede mirándolo fijamente, ese rostro de frescura intensa hace que la cabeza quiera explotar de rabia.

—No lo fue —dije y el se paró, camino hacia la cama y se acercó a mi quedando a centímetros de mi rostro, desafiante—. Aparte, si fue un sueño, ¿cómo sabe que fue lo que soñé? —dije del mismo modo que él.

—¡Fue un sueño! —exclamó desafiante e ignorando mi pregunta anterior.

El rostro horroroso de la niña a la cual le toqué el hombro no se me puede quitar de la cabeza. ¿A donde me he mudado? ¿A la mansión embrujada de un pueblo?

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Esta es una historia que se mezcla con el terror, ficción, romanticismo, drama y misterio.

En el segundo capitulo comenzaran las descripciones escalofriantes.

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Trailer 2 hecho por Amalia1dstyles

Mansión en la montaña® | Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora