Mansión en la montaña® | Louis Tomlinson

Capitulo 6

—No solo somos 5... te aterrarás, es lo mas seguro pero tienes que llevarte bien con todos, todos los fantasmas que habitan en esta casa. —dijo con un tono el cual me dio escalofríos.

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Ático.3:00 a.m 

Cogí el brazo de Louis y subió las escaleras conmigo.

Al llegar, un escalofrío recorrió mi cuerpo y se me puso la piel de gallina. Si tuviera que describir no sabría por donde empezar; si por la puerta con evidentes marcas de que la habían rasguñado o por el techo... lleno de telarañas y escarabajos tratando de refugiarse en algún hueco.

Louis notó mi miedo y rodeó con su brazo delicadamente mi cintura y fue entonces cuando me solté y caí, abrí los ojos inmediatamente y una araña observándome con unos grandes ojos color negro y enseñando sus pequeños colmillos, me paré y un escarabajo cayó en mi cabeza, me la sacudí y cuando creí que todo había pasado, una mujer cruzando una pared... Grité y Louis me sostuvo, mire hacia atrás y había un hueco, pude haber muerto.

—Ya pasó —dijo y oculté mi rostro en su hombro, el acariciaba mi cabello de una forma cariñosa, mire por encima de su hombro y la niña en la puerta.

—No, aún no. —dije y volví a ocultar el rostro en su hombro, no quería ver nada... no llevo ni 5 minutos en este ático y no quiero volver a venir aquí.

—Señorita, tiene que ver algo —dijo y separé el rostro de su hombro, lo mire a los ojos y el sostuvo mis brazos con sus manos—. Tiene que ver el cementerio al lado de la mansión.

—Columpio, habitación, ático... ¿Y ahora un cementerio? —pregunté ya alterada, no soportaba tantas emociones a estas horas de la madrugada... no he podido dormir y solo ha pasado un día.

—Después podremos hacer lo que usted ordene... mis compañeros no toman confianza, piensan que es como los demás amos y amas. Cruel... Creída... Mujer sin sentimientos —dijo y tragué saliva, ¿Eso pensaban de mí?— Los fantasmas que habitan el ático ya tomaron confianza, faltan los del cementerio.

—¿Por qué no hay mansión que no tenga un fantasma en estos tiempos? —dije y el soltó una sonrisa, cogió mi mano y salimos de ese lugar. Al pasar por la puerta, alguien toco mi espalda, preferí no voltear a ver... no quería encontrarme con unos ojos que se quedaran grabados en mi mente por el resto de mi vida.

Bajamos las escaleras de caracol y salimos por la puerta trasera; fue imposible evitar mirar el columpio afuera, al lado del árbol —el cual ya no tenía hojas—, era época de invierno.

Louis cogió mis brazos cuando llegamos al cementerio y es que al ver tantas tumbas a una le dan ganas de salir corriendo, alistar las maletas e irse de esa mansión... para siempre. Pero por lo que veo, Louis no quería que yo me fuera.

—Lo sacaremos... ya no habrá cementerio, pero por favor... no te vayas Aria. —dijo en la misma posición que había tenido durante 3 minutos consecutivos mientras yo admiraba el terrorífico cementerio.

—Por supuesto que... —Louis me miro con cara de esperanza pero esto es demasiado para mí—. Por supuesto que me iré, no pienso vivir con fantasma y que en el pueblo me llamen orate, loca... y mucho menos que me lleven al manicomio por ello. —dije y me solté de su agarre, corrí hacia la sala principal y comenzé a subir las escaleras hacia mi habitación. Cuando llegué... Louis estaba ahí adentro, cogiendo mi ropa.

—No te iras o tirare tu ropa por la ventana —dijo envolviéndolas y dirigiéndose a la ventana—. ¿Te iras? —preguntó y cerré la puerta.

—¿Por qué me quieres tener aprisionada?

—No es eso.

—¿Entonces qué es?

—Es la primera vez que después de 500 años, me he enamorado y... de una mortal. La cual eres tu —dijo soltando mi ropa dejándola caer al piso y no por la ventana—. Estoy perdidamente enamorado de ti, Aria Campbell. —dijo acercándose lentamente.

Traté de abrir la puerta pero para cuando volteé, sentí la fría mano de Louis cogiendo mi cabello y colocándolo para un lado. Tenía miedo. Yo tenía miedo de él...