Capitulo 20: Un inconveniente

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– Mai ¿No crees que exageraste un poco? – Dijo la de pelo corto viéndose al espejo.

– ¿Quieres arreglar lo que hiciste?

– Sí

– Entonces confía en mí, se nos hace tarde, voy por mi maquillaje, cuando te llame quiero que ya estés lista – Dicho esto la mayor se fue dejando a la de pelo corto ahí.

Aún seguía mirándose al espejo, para ella era muy formal, traía un pantalón negro junto con una camisa de manga larga blanca con una corbata que aun no estaba amarrada. Un gran suspiro dio, muy en el fondo no sabía exactamente que hacer, a pesar de que se había mentalizado miles de cosas que decirle ninguna le convencía lo que dificultaba las cosas para ella.

– Justo tenías que hacer una estupidez en un momento así – Dijo para si misma.

– ¿Ya estás? – Oyó desde la otra habitación el grito de su hermana.

– ¡Voy! – Contestó amarrándose rápidamente la corbata.

Un ruido de un vidrio rompiéndose junto con unos gritos se escucho en la casa lo que preocupo a la de pelo corto, sin pensarlo dos veces salio del cuarto corriendo.

(...)

La música estaba a todo volumen, muchos jóvenes bailaban en lo que se podía llamar "pista", unos estaban simplemente sentados viendo el relajo que se hacía, otros convivían en sus grupitos de amigos, era una fiesta donde todo mundo se la estaba pasando bien.

La rubia se encontraba hablando con el castaño y el peli-morado pues eran los únicos que tenía a su alrededor que no estuvieran bailando, además de que no conocían casi a la mayoría.

– Voy por más refresco ¿Alguien quiere? – Hablo el de ojos azules.

– Yo, se me acabo el mío también – Dijo el de lentes.

– Vayan ustedes, yo los espero aquí – La rubia sonrió amablemente.

– Vale, no tardamos – Dicho esto los dos se fueron dejándola sola.

Esta solo miraba a la puerta principal, no sabía si la albina llegaría, después de lo que había pasado temía en que no viniera a la fiesta, en verdad quería verla, estaba decidida a decirle todo lo que sentía, no había vuelta atrás, era ahora o nunca, eso lo tenía bien claro.

– Chica – La rubia volteo a ver quien la llamaba encontrándose con el peli-rojo.

– Foxy, ¿Ya te cansaste de bailar? – Preguntó divertida.

– Sí, Usagui baila con mucha energía – Dijo con cansancio – ¿Quieres bailar?

– Yo no se bailar, pero gracias por tu invitación

– Yo te enseño – Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de este.

– Eres muy amable pero así estoy bien – Sonrió.

– ¡Foxy! – Grito desde lejos la albina de mechón rosa enojada.

– Demonios, si pregunta donde estoy le dices que no se – Dijo rápido para echarse a correr.

La rubia solo soltó una pequeña risa pues se le hacía divertida la actitud de su amigo más alto, además de que podía observar desde lejos a la de mechón rosa buscándolo como loca.

Paso bastante tiempo, se podría decir que hasta horas y por ningún lado veía a la albina, la fiesta estaba a punto de acabar, eso le ponía triste, sin ánimos salio de la fiesta y se fue al patio el cual estaba completamente vacío, se podía tener un poco de paz ahí. El poco viento que había podía mover el cabello de la rubia y  algunas cuantas hojas de los arboles, esta decidió sentarse en el césped abrazando sus propias piernas mientras miraba el cielo que estaba con unas cuantas estrellas, se podía apreciar la hermosa luna llena también. El canto de los grillos se oía por todo el lugar, el aroma a césped era relajante, era un lugar muy bueno para pasar el rato, pero la rubia en vez de apreciar el lugar sólo pensaba en el motivo de la ausencia de la albina.

– ¿Por qué no viniste? – Preguntó al aire – Creo que ahora eres tú la que se alejara de mí – Dijo con tristeza.

(...)

Podría ser de noche, pero eso no detenía a la de pelo corto en su corrida, necesitaba llegar a la escuela, tenía miedo de que esta se hubiera acabado y nadie este ahí lo cual tenía altas probabilidades.

– Corre corre – Repetía una y otra vez.

Su corrida finalizo al estar en la entrada de la escuela, ahora eran pasos rápidos los que daba,  el silencio la asustaba, no le agradaba el echo de no llegar a la fiesta. Al llegar al salón donde supuestamente estarían todos solo pudo encontrar mesas y sillas recogidas, eso indicaba que todo había acabado, el miedo de la albina se había echo realidad.

– No – Dijo revolviéndose un poco el cabello despeinándose.

– Disculpa pero la fiesta ya acabó –

–¿Tiene mucho tiempo?

– No, hace 5 minutos, llegaste tarde – Este recogió un poco de basura.

– No puede ser – Dijo un poco frustrada.

– Pero tranquila, ella todavía sigue aquí – La albina volteo a verlo confundida – Esta en el patio desde hace horas, probablemente aún siga ahí

– Hablas de... ¿Chica?

– ¿Acaso no viniste por ella?

– Sí, pero... ¿Cómo sabes... – La pregunta fue interrumpida por el peli-rojo.

– ¿Cómo se que la buscas? Simple, he visto y se todo – Dijo con un tono triste a la vez que ordenaba algunas sillas.

– ¿Todo?

El peli-rojo solo dio un pequeño suspiro, termino lo que estaba haciendo y se acerco a la de pelo corto tomándola del hombro.

– Necesito hablar contigo... Desde que ustedes dos se dejaron de hablar, Chica siempre estuvo muy apegada a mí, eso nunca había pasado así que me puse feliz, pensé que tenía una oportunidad con ella, que por fin estaríamos juntos, como una pareja, pero me equivoque, un día la encontré llorando en un salón, me acerque a ella para consolarla y... Me dijo todo, con detalles, necesitaba deshogarse con alguien y para mi mala suerte tuve que ser esa persona, no te diré lo que me dijo por que no soy la persona indicada para hacerlo, pero lo que sí puedo decir, es que quiero que la hagas feliz, yo no soy la persona que eligió, tú sí, aprovecha está gran oportunidad que tienes... Se que no nos conocemos y ni siquiera sabes mi nombre, pero en verdad quiero decirte que aunque me duela en todo mi corazón, apoyo la decisión que tomen las dos

– No se que decirte, en verdad lo lamento

– No siempre uno consigue lo que más desea – Dijo alzandose de hombros – No la hagas esperar más y ve, hace mucho frío haya fuera

– Gracias... Eres una gran persona

– Todo lo hago por la felicidad de Chica

– ¿Puedo saber tu nombre?

– Foxy

– Entonces muchas gracias Foxy – Esta le sonrió con amabilidad.

– No hay nada que agradecer – El peli-rojo le devolvió la sonrisa.

Sin esperar más tiempo la de pelo corto salió de aquel lugar para dirigirse al patio donde estaba la rubia dejando a este solo en el salón vacío viendo como se alejaba.

– Espero que sean felices – Susurro con melancolía, sus pasos hacían eco por todo el lugar, miro por ultima vez la dirección donde se había ido la albina y apago la luz del lugar dejando para él, todo terminado.














Continuará
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¡Jey Hey!

¿Cómo están personas desconocidas que amo mucho?

Sí, lo se, me tarde una eternidad en actualizar

Pero ya, tratare de no tardarme mucho (Lo he dicho tantas veces que parezco el men de Trivago :v)

Pues espero que les haya gustado el capítulo, no olviden dejar su hermoso voto y comentario.

Esperen el próximo.

Se despide

Motita19

Mi mejor error  [Puppica]  ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora