Capítulo 2

55 30 20
                                    


Y así pasaron los días, seguí viendo a Andrew muchas veces ya que estudiaba química y su facultad quedaba al lado de la mía, mientras tanto yo estudiaba magisterio infantil. Él se estaba ganando mi confianza y lo notaba, pero yo no quería que se diera cuenta ... para ser realistas, no quería que leyera mi historia aunque se ganara toda mi confianza; pero sí que se estaba ganando mi confianza en otros aspectos de mi vida, como por ejemplo la seguridad de contarle parte de mi vida y él también la suya.

Uno de esos días nos encontrábamos en la biblioteca estudiando, aunque no tuviéramos exámenes hasta después de las navidades, nos gustaba llevar todas las lecciones al día para luego poder estar más tranquilos y realizar los tantos trabajos de nuestras facultades. Se había hecho bastante tarde, y los dos estábamos cansados de estudiar, y también nos sabíamos nuestras respectivas lecciones.

-Eleanor, ¿vamos a buscar libros?-me dijo lo más bajo que pudo aunque su voz grave resonó un poco en la gran sala.

-Claro, vamos.

En poco tiempo recogimos nuestras cosas y bajamos a ver los libros, sin decir ninguna palabra, los dos nos dirigimos al apartado de poesía.

-Hagamos una cosa.-me propuso Andrew mirándome desde un poco más arriba de mi cabeza.

-Sorpréndeme.

-Busquemos un libro de poesía para el otro, yo busco un libro de poesía para ti, y tú buscas uno para mí. De esa manera, nos podremos conocer un poco mejor.

-Me parece estupendo.-le contesté con una de mis mejores sonrisas.

Y busqué un buen libro para mi nuevo amigo; el apartado no era muy grande pero había muchos libros donde poder elegir, y busqué hasta que encontré uno de Pablo Neruda. Lo levanté para ofrecérselo a Andrew justo cuando él también se había levantado y me iba a ofrecer a mí un libro, también de Pablo Neruda pero no fue el mismo. Lo quise abrir, pero su mano me interrumpió.

-No lo abras, quiero que me escribas lo que sientas cuando leas las poesías del libro que te he elegido. Y yo haré lo mismo.

-Vale.

-Vale.

-Vale.-y nos empezamos a reír.-Momento Bajo la misma estrella.

Y nos acercamos a la entrada para que registraran que habíamos cogido los libros y Andrew me volvió a acompañar hasta mi casa ya que según él era muy oscuro y no me iba a dejar que volviera sola a casa.

-Qué pena que no tengamos los mismos horarios para entrar, me gustaría que fuéramos juntos a la universidad.

Andrew se quedó un rato pensativo hasta que me miró con una cara sospechosa.

-Sí, es una gran pena. Bueno, ya hemos llegado a tu casa. Hasta mañana Eleanor y buenas noches.

Se acercó a mí para darme un beso en la mejilla y después irse casi corriendo de allí sin darme ningún momento para despedirme de él, y tampoco me dio tiempo de reaccionar al beso que me había dado. Pero he de admitir que me fui a casa un poco más feliz que de costumbre. Estaba muy cansada por lo que al llegar a casa, decidí cenar, darme una ducha, mandarle un WhatsApp a mi mejor amiga contándole lo que ha pasado hoy, y un mensaje de buenas noches a Andrew, pero no me dio tiempo de ver ninguna respuesta ya que me dormí rápidamente; después de pensar en todos los días que llevo viviendo con Andrew, el cual se está convirtiendo en un gran amigo para mí, y espero poder tenerlo para mucho tiempo. Una sensación extraña se formaba cuando estaba a su lado y simplemente hablábamos, nunca teníamos un tema concreto de conversación, pero estábamos cómodos el uno con el otro. Y además, tenemos muchas aficiones en común que podemos realizar juntos. Ahora que me acuerdo, no le he preguntado a Andrew qué libro estaba leyendo ese día que todavía era un desconocido para mí.

Todo sucede por una razónWhere stories live. Discover now