13

1.2K 300 17
                                    

Los corazones de papel que trazabas sobre mi piel no fueron lo suficientemente fuertes contra las terribles lluvias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los corazones de papel que trazabas sobre mi piel no fueron lo suficientemente fuertes contra las terribles lluvias.

Los simples días pasaron como dagas en el corazón, su presencia me hacía falta y negar tus llamadas no era exactamente sentirse en un campo de flores y serenidad completa.
Disfrutar de mañanas sin leerte era atroz, me hacía sufrir, pero no podía dejar que esto pasara tan fácilmente, otra parte de mi reclamaba a gritos aceptar tu perdón y sentir tus labios abrazar los míos una vez más.

Mi fin de semana se basó en estar encerrado en mi habitación, escuchando canciones deprimentes al tope en unas viejas bocinas, de fondo tenía los incesantes gritos de mi madre pidiendo que quitara mi porquería. Mi apetito era nulo, no probé bocado en esos dos días.

Ni siquiera me duchaba, mi rostro era el único que se limpiaba debido a mis llantos desconsolados y sollozos que cualquiera pensaría que estarían torturandome. Gracias Gerad Way por hacer de ellos lo menos audibles.

El lunes por la mañana me sentía un tanto más tranquilo, la pantalla de mi celular estaba llena de notificaciones tuyas al igual que mi buzón de voz, decidí ignorarlos yendo a tomar una larga y refrescante ducha, mi cuerpo ya emanaba olor a podrido y probablemente eso me ayudaría a despejar la mente.

No quería asistir al colegio, no tenía ganas de presentarme frente a la gente y mucho menos ver a Lance quien seguramente me estaría buscando por toda la institución. Así que mejor tomé mi mochila y emprendi camino a la biblioteca de la ciudad con la mirada en alto y música en los oídos.

No era tardado llegar, pasaron unos minutos y ya me encontraba sentado en mi mesa favorita escondido en una pila de libros con títulos relevantes a mi parecer, y con la brisa fresca golpeándome el rostro cada que entraba por la ventana a mi lado.


Leía poemas, y fue entonces que escuché su voz llamarme y mi pulso comenzó a acelerarse, por mero instinto levanté el rostro, encontrándome con él frente mío, con esa estupida cara bonita y su estupida y linda sonrisa fijadas en mi.

—Lance...—murmuré, apretando la pasta del libro entre mis manos. La furia y tristeza llegaban nuevamente a mi, reflejándose en mi mirada que se posó en el chico frente mío.
—Keith...¿Podemos hablar? Por favor...—preguntaste con los nervios cruzándose a cada palabra que emitías en tus labios, con estos temblando ligeramente al igual que mis manos.

Asentí no muy convencido, siguiéndolo por unos pasillos al fondo, caminando entre altas estanterías rebosantes de libros.

Y para ser sincero, Lance, tu eres uno de esos excelentes escritores que me emocionaban a cada palabra y convertías de este un mundo diferente.

Explicaste lo sucedido con notable arrepentimiento, jugabas con nuestras manos mientras tus ojos expresaban el miedo que tenías si yo llegaba a abandonarte. El llanto llegó en ti y esos sollozos sonaban iguales a los míos que emití apenas hace unas noches, demostrándome que en verdad te arrepentías.
Tal vez haya sido eso, o que simplemente te extrañaba y necesitaba, porque de un momento a otro ya me tenias besándote contra los estantes, acariciándote los brazos y sentir la calidez  de tus labios rozar los míos.

Mis labios que comenzaban a congelarse debido a la falta de los tuyos.

—No vuelvas a fallarme así, por favor...—murmuré sin separarnos mucho, sintiendo como mis mejillas también comenzaban a humedecerse. Una sonrisa apareció en tu rostro.
—Lo prometo...—respondiste, volviendo a besarme.

Siéndote sincero, no habría perdonado esto a cualquiera, tu eres tan diferente al resto que alguna vez dije amar, mi querido chico estrella.

Draws & Poems [[Klance]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora